Alina Navarrete Fernández/Chilapa
Al grito de «ni pistolas ni amapola», cientos de niños iniciaron una marcha en la comunidad de Alcozacán, Chilapa, para exigir a los Gobiernos estatal y federal condiciones de seguridad en la región, conflictuada desde hace años por la presencia de policías comunitarias y el grupo delictivo de Los Ardillos.
La marcha inició poco antes de las 10:30 de la mañana, realizando un recorrido por la carretera Chilapa-Hueycantenango hasta llegar a la cancha techada de la localidad, en donde más tarde se realizará un posicionamiento de líderes comunitarios.
El pasado 22 de abril, integrantes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias Pueblos Fundadores (CRAC-PF) y el Consejo Indígena Popular de Guerrero Emiliano Zapata (CIPOG-EZ) convocaron a una marcha en la que participarían por tercera vez, desde enero del año pasado, niños armados exigiendo seguridad, en el contexto del Día del Niño.
Sin embargo, los niños no salieron armados a la marcha, portaban cartulinas con exigencias de seguridad y justicia, «Alto a la violencia en contra de hombres y niños», decía una de las pancartas.
En la marcha participan, según la convocatoria, pobladores de 24 comunidades que están bajo territorio comunitario, es decir, de la CRAC y del CIPOG-EZ, quienes están enfrentados con el grupo delictivo Los Ardillos.
El caso de los niños armados o protestas con menores de edad, surgió en enero del año pasado, tras el homicidio de 10 habitantes de la comunidad de Alcozacán, quienes fueron identificados como músicos en primera instancia, pero que después de se aclaró que eran ayudantes de un grupo musical y que, a su regreso de un evento, fueron asesinados.