Ángel Galeana/Chilpanicngo
El gobernador Héctor Astudillo Flores señaló que el conflicto en el Ejido de Guajes de Ayala, en el municipio de Coyuca de Catalán, tiene que ver con la tala de árboles y el narcotráfico y por ello es que a los pobladores “los asustan y los amedrentan”, luego de que mujeres de la comunidad denunciaran por tres días consecutivos la amenaza de irrupción de un grupo delictivo en la localidad de El Pescado, perteneciente al Ejido.
En entrevista tras develar el monumento a los Derechos Humanos, en Chilpancingo la mañana de este jueves, el gobernador indicó que el conflicto es en las comunidades de El Pescado, Los Ciruelos, Guajes de Ayala y Hacienda de Dolores, en donde ayer la Policía del estado realizó vuelos de reconocimiento y no localizó caminos interrumpidos ni señales de violencia a pesar de las balaceras que los pobladores denunciaron a través de videos en Facebook.
“Creo que sí hay grupos que los amedrentan, que los asustan, en dos temas que sin duda están, y que tampoco vamos a hacer ingenuos, abusando de esta palabra que hoy estoy haciendo, hay asuntos de tala de árboles, de madera y hay otros también de narcotráfico, eso no lo podemos negar”, dijo.
“No tenemos confirmación de ningún herido, de ninguna persona fallecida, lo que hay es un video y lo que hemos hecho han sido reconocimientos aéreos y, en este momento, están en tránsito (policías y soldados) para allá y esperamos tener noticias el día de hoy” indicó
Astudillo Flores dijo que no ha habido negligencia de parte de su gobierno en el caso luego de que por tres días no acudieron a llamados de auxilio de la población, sino que toda la policía y la Guardia Nacional estaba cuidando los cómputos en los 28 distritos correspondientes a la elección.
Informó que desde ayer conformaron un grupo de agentes que están en camino a las comunidades en conflicto.
El gobernador indicó que no es posible poner grupos de vigilancia permanente, como lo han solicitado los pobladores ante la constante amenaza del grupo delictivo de la Familia Michoacana de irrumpir en las comunidades, según han denunciado.