Bernardo Torres/Chilpancingo
Colaboración especial
Campesinos de la comunidad de Azinyahualco, en la Sierra del Municipio de Chilpancingo, perdieron sus cosechas de elote/maíz debido a la falta de ventas y los bajos precios a los que pretendían comprarles el producto.
Por la altura y el clima, los campesinos de esta localidad solo se puede sembrar maíz por sistemas de riego, lo que les permite dos cosechas al año: la primera tiene lugar en los meses de marzo a mayo, y la segunda de junio a agosto.
Sin embargo, esta segunda temporada el precio del elote se desplomó hasta menos de 20 pesos el litro (el litro consta de 25 elotes) lo que ya no resultó redituable y decidieron no vender.
La decisión de no vender el elote a menos de 20 pesos el litro fue tomada debido a que no es redituable porque tienen que pagar peones para la cosecha y pagar flete para el traslado, es decir, los campesinos terminan con pérdidas.
Juan, es uno de los campesinos afectados, y señaló que los acaparadores se pusieron de acuerdo para pagar a un peso el elote, y no comprar a otro precio, cuando ellos venden en las centrales de abasto de Acapulco a más de 100 pesos el litro.
Entre Juan y su hermano Fernando perdieron más de media hectárea de este cultivo, pues en este momento por la temporada de lluvias la milpa adquiere una plaga conocida como «chahuizcle», que es un hongo que seca la milpa y pudre el fruto.
Una vez seca la milpa, el elote no alcanza a madurar para ser aprovechado como maíz y se pudre en el tallo, sin que los campesinos puedan hacer por evitarlo.
Con esa media hectárea se va una inversión de alrededor de 20 mil pesos que gastaron en la compra de semillas mejoradas, fertilizantes, herbicidas, insecticidas, así como el pago de jornales y tres meses de trabajo diario.
Manifestaron que una opción es sacar a vender el producto por su cuenta a poblaciones como Ocotito, o a las ciudades de Chilpancingo y Acapulco, pero se enfrentan a factores como las mafias de los comerciantes que no les permiten vender en tianguis y mercados.
También enfrentan el fenómeno de la delincuencia organizada que pretende cobrarles cuotas por vender su producto en las ciudades; además, en reiteradas ocasiones son infraccionados por elementos de Tránsito por no tener permisos para comerciar sus productos.
Esta temporada, para al menos 20 campesinos, la pérdida fue total, cerca de 10 hectáreas de elote se están pudriendo en las huertas, y en unos días serán cortadas y quemadas para dar paso a una nueva temporada de siembra, esta vez puede ser jitomate o tomate verde.
Por ahora los campesinos sobrevivirán de la producción de otros frutos como el aguacate, jitomate, plátano, frijol y semilla de calabaza que, aunque en menor proporción, les permitirán llevar el sustento a sus familias.