José Isaid León Rodríguez es licenciado de nutrición y ciencia de los alimentos con maestría en ciencias de la educación. Se ha desempeñado como asesor nutricional del equipo de tercera división profesional Los Avispones de Chilpancingo. Ha sido conferencista a nivel nacional e internacional en temas de nutrición en la infancia y adolescencia, y coordinador del consultorio de nutrición Equilibrato. Nutriólogo capacitador del personal de la Secretaría de Salud en Guerrero, y docente en la Universidad Autónoma de Guadalajara en el área de nutrición del deporte.
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Cada año se producen 390 millones de infecciones por dengue. En los últimos 10 años el número de casos reportados fue de 16,52 millones según datos de la OPS.
La palabra dengue proviene de “dinga” del idioma suajili (idioma del este de África) quiere decir convulsiones, calambres.
El dengue es una enfermedad causada por un virus y se transmite a las personas por la picadura del mosquito portador de la enfermedad (Aedes aegypti).
El dengue no se transmite de una persona a otra y actualmente no hay vacuna para combatirlo. Es común en regiones tropicales y subtropicales como Centroamérica, Sudamérica y lugares donde se estanca el agua.
Existen tres manifestaciones diferentes de la enfermedad, que son:
• Fiebre de dengue
• Fiebre hemorrágica
• Shock hemorrágico
El dengue es una enfermedad que afecta personas de todas las edades, con síntomas que varían entre fiebre leve a una fiebre incapacitante, acompañado de dolor detrás de los ojos, dolor de cabeza intenso (en la frente), erupciones en la piel (parecidas al sarampión), náuseas, vómito, insomnio, prurito (comezón), falta de apetito, dolor abdominal, dolores musculares y en articulaciones. La enfermedad puede progresar a formas graves: hemorragia, convulsiones a causa de la fiebre, deshidratación severa, dificultad respiratoria y daño grave de órganos.
La alimentación durante el periodo que se tiene dengue debe basarse en el consumo de alimentos ricos en fuentes de proteína y hierro, ambos son nutrientes importantes ya que estos ayudan a prevenir la anemia y al aumento de la formación de plaquetas y además a fortalecer el sistema inmunológico. También es importante evitar algunos alimentos que pueden agravar la enfermedad como la pimienta o los frutos rojos, debido a que aumentan el riesgo de presentar hemorragias por contener salicilatos.
Mantener un buen estado nutricio ayuda al organismo a combatir el dengue, siendo importante comer varías veces al día en pequeñas porciones, mantenerse en reposo e ingerir entre 2 a 3 litros de agua al día para mantener al organismo hidratado.
Los alimentos ricos en proteínas que ayudan a combatir el dengue son: carnes rojas bajas en grasas, carnes blancas como pollo, pavo, pescados, lácteos (yogurt, leche, queso, bajos en grasa), también por su contenido de selenio; huevos, frijol, garbanzos, lentejas, betabel, cacao en polvo natural.
Alimentos que debemos evitar son los ricos en salicilatos un compuesto producido por algunas plantas como parte de su mecanismo de defensa contra algunos microorganismos, como estos compuestos actúan de forma semejante a la aspirina, su consumo en exceso podría provocar fluidificar la sangre y retardar la coagulación sanguínea, favoreciendo el surgimiento de hemorragias, estos alimentos son: moras, arándanos azules, cerezas, fresas, naranja, piña, melón, uvas, calabazas, rábano, betabel, ciruelas, pasas, canela, comino, pimienta, curry, paprika, orégano, vino.
Recuerda utilizar repelente, si es posible colocar mosquiteros en puertas y ventanas, evitar tener agua estancada en casa o recipientes con agua a la interperie, acudir con tu médico al presentar síntomas y cuidar tu alimentación con un experto en nutrición, el descanso ayudara a mejorar este padecimiento.
Recuerda comer sanamente, come Equilibrato, hasta pronto.