Carlos Navarrete Romero/ Chilpancingo, Gro.
Integrantes de colectivos de personas desaparecidas durante el periodo conocido como Guerra Sucia, protestaron este sábado afuera de las instalaciones de la 35 Zona Militar, ubicadas en Chilpancingo, Guerrero, en el contexto del 109 aniversario de la creación del Ejército Mexicano.
La acción de protesta inició al mediodía con una marcha que partió de la Alameda Francisco Granados Maldonado y que concluyó afuera del cuartel militar. Quienes participaron en la movilización son familiares de personas que desaparecieron en la década de los 70s, presuntamente en manos del Ejército, cuando el Estado Mexicano combatía la guerrilla de Lucio Cabañas Barrientos y Genaro Vázquez Rojas.
Los activistas, que acudieron a la protesta portando fotografías con los rostros de sus familiares desaparecidos, señalan al Ejército de constantes violaciones a los derechos humanos en ese periodo, así como de asesinatos extrajudiciales y desapariciones forzadas en varias comunidades del estado, pero principalmente en la sierra de Atoyac de Álvarez, cuna de la guerrilla de Lucio Cabañas.
Una vez afuera del cuartel, ubicado sobre el bulevar Vicente Guerrero, los activistas colgaron lonas en la fachada del lugar con los rostros de decenas de personas que fueron desaparecidas, casos en los que hay indicios de que intervino el Ejército.
También quemaron dos monigotes del expresidente de la república, Luis Echeverría Álvarez, quien estaba al frente de la política de exterminio de la guerrilla.
Durante el mitin, informaron que tienen documentados entre 600 y 800 casos de desapariciones forzadas en manos del Ejército, sin embargo precisaron que la cifra podría ser mucho mayor, pues hay familias que padecieron la estrategia antiguerrilla pero decidieron no denunciar.
De igual forma, demandaron al Estado Mexicano que garantice acceso a la justicia para cada uno de estos casos, y que los mandos castrenses que sigan con vida y participaron en esos crímenes, sean castigados con todo el peso de la ley.
También exigieron que sean abiertos los “archivos secretos” de la Sedena que contienen información vital de las acciones del Ejército durante esa época.