Ángel Galeana/Chilpancingo
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La estudiante de posgrado de la facultad de derecho de la UNAM, M.L.O.S, quien denunció al expresidente del Tribunal Universitario de la institución, Eduardo López Betancourt, negó que las acciones legales que emprendió por los delitos de hostigamiento sexual y tratos crueles, inhumanos y degradantes, tengan un trasfondo político y que si el acusado fue vinculado a proceso por un juez federal fue porque existen pruebas en su contra.
En entrevista telefónica solicitada para ejercer su derecho a responder por las acusaciones que ayer lanzó López Betancourt en su contra durante la sesión del Grupo Acá, y que fueron publicadas en Réplica, M.L.O.S. rechazó ser “un instrumento” de alguien para emprender las acciones legales en contra del catedrático, y dijo que ser una mujer con capacidad para avanzar en el proceso judicial.
“Me duele lo que el señor hace, lo que trata es desvirtuar el fondo del asunto, no soy ningún instrumento, ni soy un objeto de nadie, soy una mujer con la suficiente capacidad jurídica, física y psicológica para poder avanzar en el proceso legal y que este señor se le aplique la ley (…) al juez lo convenció que es un ser muy violento y agresor por naturaleza, las pruebas no las estoy inventando, el delito existe y por eso está vinculado a proceso”, dijo en la entrevista.
Ayer, en una sesión del Grupo Acá, López Betancourt se refirió a M.L.O.S como “una pistola que usan para matar, ella no es importante, ella no tiene capacidad mental para actuar”, y afirmó que las acciones legales en su contra tienen origen en rencillas políticas con el expresidente de Morena, Alfonso Ramírez Cuéllar y con el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero.
Al respecto, M.L.O.S señaló que esas declaraciones “están totalmente fuera de la realidad” y que, si bien su esposo fue diputado suplente de Ramírez Cuéllar, no tiene nada que ver con las acciones legales que emprendió en busca de justicia como alumna de la Universidad, y dijo no conocer al fiscal Alejandro Gertz Manero.
“Ahora que mi asunto avanza y se judicializó en la Fiscalía General de la República, después de la lucha, y que hice lo imposible por presentar datos de prueba para que esto avanzara y de manera legal presenté mis pruebas, mis datos, peritajes, y se judicializó en la Fiscalía, resulta y sale con tremebundas ocurrencias que el Fiscal General de la República está atrás de eso, no señor, es indignante que un agresor, todavía de agredir siga lacerando en los medios de información”, indicó.
La alumna exigió a López Betancourt que exponga una prueba de sus dichos, los cuales, insistió, son mentiras y solo vocifera, “actúa como cualquier delincuente, de verdad, qué persona que comete un delito lo acepta, ninguna. Se le está llevando a instancias legales de manera obligada por que no aceptará su delito”.
Señaló que una de las razones de feminicidios en el país es porque «nuestros agresores dicen que las mujeres que denunciamos no somos importantes, y esto motiva a que los agresores nos maten, pues somos seres sin importancia».
M.L.O.S indicó que cuando era más joven no presentó denuncias por miedo o vergüenza, y le habían advertido que López Betancourt era un hombre poderoso que terminaría por revertir en su contra las acusaciones, sin embargo, ahora con 40 años, una profesión y una familia se decidió a alzar la voz.
Respecto al proceso judicial indicó que están en el periodo de 45 días que dio el juez para la etapa de investigación complementaria y el 11 de abril será la próxima audiencia para la presentación de pruebas. Recordó que el juez no vinculó a López Betancourt por el delito de tratos crueles, inhumanos y degradantes, solo por el de hostigamiento sexual, pero dijo que ya apelaron la decisión.
En el plano personal M.L.O.S dijo estar desgastada, agotada y mal emocionalmente por los años del proceso de denuncias y su judicialización, pero dijo que va a continuar hasta encontrar justicia. Indicó que también se unió a colectivas para brindar asesoría jurídica gratuita a mujeres que no cuentan con recursos económicos para cubrir los honorarios de un abogado.