La Marina manipuló la escena en el basurero de Cocula y el Ejército tenía infiltrados en la Normal de Ayotzinapa: GIEI

Alina Navarrete Fernández/Chilpancingo, Gro.

En su Tercer Informe, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) reveló un video nunca antes visto o registrado en la investigación oficial del Caso Ayotzinapa que muestra cómo personal de la Secretaría de Marina (Semar) alteró el basurero de Cocula previo a la llegada del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

Reveló que “personas clave que intervinieron en el caso han muerto o han sido asesinadas” y la Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa estaba infiltrada por dos jóvenes “que actuaban como estudiantes y agentes de inteligencia” y uno que se encargó de reportar al Ejército los movimientos en la institución, después de los ataques en Iguala.

Además, de acuerdo con el GIEI, la información oficial que ha recibido no incluye la búsqueda de los jóvenes “en vida”, por lo que tampoco hay indicios de que los normalistas “estén con vida” y no ha sido posible determinar su destino final, debido a la destrucción y ocultación de evidencias.

El informe lo presentaron hoy los integrantes del GIEI, Claudia Paz y Paz Bailey, Francisco Cox Vial y Ángela María Buitrago Ruiz, ante funcionarios federales, defensores de derechos humanos, los padres y madres de las víctimas, en el Salón Revolución de la Secretaría de Gobernación, en la Ciudad de México.

Claudia Paz y Paz dijo que, a pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó la apertura de documentos oficiales, “hay información que se nos ha ocultado a nosotros como expertos, pero lo más importante, que se ha ocultado a la investigación y que esto ha obstaculizado, ha impedido el pleno esclarecimiento de los hechos”.

El video de la Semar

Tras enviar diversas solicitudes, el GIEI tuvo acceso a los archivos de la Marina el 12 de noviembre de 2021, esto les permitió a los expertos tener documentos confidenciales, catalogados como “secreto”.

De manera especial, se analizó un video del día 27 de octubre de 2014 “en el que se recogen actividades realizadas por la Marina hasta ahora desconocidas, y que no constan en ninguna parte del expediente de investigación”.

El video fue grabado por una «plataforma no tripulada» T20 ARCTURUS que despegó del aeródromo de Zacacoyuca del municipio de Tepecoacuilco a las 6:25 horas del 27 de octubre de 2014,
con un tiempo de vuelo de 7 horas con 15 minutos.

Imagen captada por la plataforma no tripulada en el basurero de Cocula en la que se observa intervención de La Marina

En el video, se observa que “elementos de la Marina manipulan bultos que sacan de dos camionetas, se visualizan tres bultos en la parte alta del basurero. Posteriormente un grupo de elementos de la Marina descienden al fondo de la hondonada del basurero. Mientras encienden una hoguera, en el inicio de la pendiente”.

“La explicación dada es que la hoguera se realiza para que un dron, tripulado a distancia y que se dirige mediante coordenadas, ubique el punto de interés (…) Poco después de lo cual los bultos que se encontraban en esa zona han desaparecido. Mientras tanto un grupo de marinos deambula por la zona baja de la hondonada del basurero, en la zona donde se señaló posteriormente que se habría dado la hoguera y quema de los estudiantes, según la versión oficial”.

En el basurero de Cocula se distinguen la zona A ubicada en la parte alta y la zona B en la hondonada, el GIEI puntualizó que ambas eran de relevancia para la investigación por la posibilidad de que en ellas se encontraran distintas evidencias (balísticas, restos óseos, ropa, sangre, etc.) y “quedaron seriamente contaminadas después de la presencia del personal de la Marina”.

“Mientras estas acciones se están dando, el dron que realiza la filmación explora el camino al basurero, se centra un momento en personas que cruzan a caballo el camino, y exploran la totalidad de la ruta desde el pueblo de Cocula. Posteriormente uno de los vehículos de la Marina se mueve hacia la entrada del basurero y bloquea la entrada”.

Ángela María Buitrago se encargó de mostrar las imágenes obtenidas del video, junto con la relatoría del mismo que fue sometido a un peritaje; “son más de 100 horas de video” las obtenidas por el GIEI.

“Es una documentación secreta, es de un área que solamente tienen posibilidad de ordenar mandos superiores, solamente el secretario o solamente el presidente de esa época”, en referencia a Enrique Peña Nieto.

Señaló que la Semar entregó al GIEI todos los archivos que tenía, aunque debido a que se desconocía la existencia del video no se había solicitado antes, y debido a que fue López Obrador quien ordenó a los expertos “no solo realizar la investigación, la entrega, el análisis, si no la publicidad de esta información, estamos autorizados cabalmente para hacerlo”.

Las personas clave

En su intervención, Francisco Cox expresó: “Nos hubiese gustado en este informe decir el destino de los 43 estudiantes, lamentablemente no hemos podido. Como se anticipó, en parte, una parte bastante importante diríamos, esto se debe a la destrucción de evidencia, el obstáculo, el ocultamiento de evidencia y la construcción de una mentira desde las más altas esferas”.

Sin embargo, otro aspecto que “impide saber el destino final de los 43 estudiantes” es “la labor que desempeña ilícitamente el crimen organizado”; añadió que 22 personas que pudieron haber tenido información del caso “han muerto, sólo dos por muerte natural”.

Particularmente, “llama la atención” la muerte de una persona llamada Salgado Guzmán, quien murió de 21 disparos en un operativo policial.

Más adelante, en la conferencia de prensa posterior a la presentación del informe, Francisco Cox abundó que se trata de “gente vinculada o que tenía alguna relación, no sabemos del nivel de detalle, algunos de ellos que entregaron información de otras fuentes, se entiende que hacen parte de Guerreros Unidos y que por lo tanto suponemos que podrían tener más información, nunca vamos a saber, efectivamente, qué información tenían porque han muerto”.

En tanto que en el resumen ejecutivo del Tercer Informe, se establece que “algunas personas clave que intervinieron en el caso han muerto o han sido asesinadas”.

Tres jóvenes informaban al Ejército de los movimientos en la Normal

El GIEI también confirmó la infiltración del Ejército en la Normal Rural de Ayotzinapa. Claudia Paz y Paz dijo que “los mismos estudiantes que iban en los autobuses estaban infiltrados, había agentes de inteligencia con lo que llaman en los documentos militares ‘fachada de estudiantes’ que se encontraban en los autobuses y seguramente estaban informando de lo que acontecía”.

Mientras que en el informe se da cuenta de que “los alumnos fueron objeto de seguimiento durante los años anteriores a los sucesos del 26 y 27 de septiembre de 2014, estaban siendo sujetos a un cercano seguimiento cuando se desarrollaron los hechos y se encontraban infiltrados con agentes de inteligencia”.

Los documentos a los que tuvo acceso el GIEI confirman que “un normalista, que está entre los estudiantes desaparecidos, ingresó a la Normal Rural Raúl Isidro Burgos para realizar labores como Órgano de Búsqueda de Información (OBI)”.

“Igualmente, el ejército contaba con al menos otro OBI que ejercía como estudiante de la Escuela e informante del ejército. Igualmente se hace referencia a un tercer OBI que se situaba en la ciudad de Tixtla, quien observó los movimientos en la escuela después de los hechos”.

Por otra parte, el Ejército omitió informar sobre las investigaciones de los hechos que realizó de manera individual, así como interceptación de llamadas telefónicas clave, el seguimiento y trasladado de un grupo de normalistas a la Comisaría de Barandillas, durante los ataques en Iguala.

Los expertos también precisaron que Jesús Murillo Karam y Tomás Zerón de Lucio estuvieron en el basurero de Cocula antes de que iniciara la diligencia de manera oficial y de la llegada del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).

Finalmente, Francisco Cox señaló que, hasta ahora, la información que ha recibido el GIEI no incluye la búsqueda “en vida” de los 43 normalistas desaparecidos. “Eso es nuestra afirmación y eso es lo que nosotros le hemos dicho también a los papás y a las mamás en nuestras reuniones, que los indicios que hemos recabado nosotros y los indicios que ha recabado la Fiscalía Especializada del caso Ayotzinapa no dicen relación con búsqueda en vida, o sea que estén con vida” los jóvenes.

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