Preocupa que AMLO exculpe al titular de la Semar sin investigación: madres y padres de los 43

Alina Navarrete Fernández/Chilpancingo, Gro.

Las madres y padres de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa desaparecidos manifestaron que les preocupa que el presidente Andrés Manuel López Obrador les externe por un lado su voluntad política para aclarar el caso, pero también exculpó al actual titular de la Secretaría de Marina (Semar), José Rafael Ojeda Duran.

José Rafael Ojeda se desempeñaba como comandante de la Octava Región Naval con sede en Acapulco, cuando ocurrieron los ataques del 26 y 27 de septiembre del 2014; un mes después de la desaparición forzada de los 43 normalistas, personal de la Semar alteró el basurero de Cocula, donde según la «verdad histórica» fueron asesinados e incinerados los jóvenes.

Lo anterior lo confirmó el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) en su Tercer Informe, mismo que presentaron el pasado 28 de marzo en la Secretaría de Gobernación en la Ciudad de México.

Sin embargo, durante su conferencia matutina el miércoles pasado, López Obrador deslindó a José Rafael Ojeda de la manipulación del basurero de Cocula, bajo el argumento de que está demostrado que la operación se ordenó desde las oficinas centrales del Gobierno Federal.

Este sábado, a través de un comunicado, las madres y padres de los normalistas desaparecidos recordaron que el Gobierno de López Obrador también exhoneró a Salvador Cienfuegos Zepeda, ex titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Señalaron que Salvador Cienfuegos «fue una pieza fundamental para poder aclarar los sucesos y aún así, sólo  demostró una gran resistencia a entregar y abrir documentos y testimonios importantes ligados al caso. Actualmente  goza de completa impunidad».

Recordaron que en su Tercer Informe el GIEI reveló la participación, desconocida  hasta ahora, de la Semar «donde se evidencia la complicidad e implicación de altos mandos de las fuerzas armadas para acallar la verdad bajo un manto de completa  impunidad»; mientras que los militares «persisten en ocultar la verdad sobre el caso Ayotzinapa».

«Los expertos informan de una operación de Estado donde se crea un montaje para proteger las necesidades y conveniencias de los poderosos en turno. ¿A quién se esta protegiendo?», cuestionaron.

Además, puntualizaron que el GIEI asegura que agentes del Ministerio Público, cuerpos policíacos, funcionarios públicos, altas autoridades y políticos «falsificaron actas, inventaron llamadas, alteraron las escenas del crimen» para crear la simulación con la que sustentaron la «verdad histórica», con el objetivo de «sabotear la investigación».

«El basurero de Cocula nunca albergó las cenizas de nuestros hijos, al final solo sirvió como un patrón de fabricación de evidencias y montajes  elaborados por las fuerzas armadas en contubernio con altas autoridades y la clase política para cerrar el caso».

Reclamaron que la Sedena y la Fiscalía General de la República (FGR) no han abierto todos sus archivos, a pesar del Mandato Presidencial, y «los implicados en las decisiones parecen estar fuera del alcance de la Ley».

«Por eso nos preocupa que el  presidente Andrés Manuel  López Obrador nos externe por un lado su voluntad política para aclarar el caso Ayotzinapa, sin embargo, exculpe sin investigación alguna al actual almirante José Rafael Ojeda Duran», expresaron.

«La manipulación de los hechos por la Semar y demás complicidades nos deja ver que siguen faltando muchas respuestas y que el paradero de nuestros hijos es desconocido», añadieron.

Afirmaron que «el tema de la complicidad a alto nivel continúa pues la Sedena obstaculiza y se niega a entregar documentación requerida para conocer lo que realmente sucedió, utilizando  su poder e influyentismo y resistiéndose a la transparencia sin consecuencia alguna».

Reconocieron  y agradecieron al GIEI por su labor «tan profesional y comprometida  durante estos años a pesar de tantos obstaculos que han sabido sortear». 

«Nos queda claro a estas alturas que a siete años y seis meses de la búsqueda de nuestros hijos los poderosos han jugado con nuestras esperanzas, nos han mentido sin contemplación mirándonos a los ojos (…) A ellos les decimos que seguimos y seguiremos firmes y de pie, no claudicaremos. Estamos fuertes pues un hijo se lleva toda la vida en el corazón, esa es nuestra fuerza y estamos seguros de que los encontraremos», concluyeron. 

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