Rinden homenaje a Mario Zamora, maestro que fue excomandante de la UPOEG asesinado en Buenavista

Bernardo Torres Morales/Chilpancingo, Guerrero.

Al grito de «No has muerto camarada», maestros de la Primaria José María Morelos y Pavón de El Ocotito, recordaron en el Día del Maestro a su colega, Mario Zamora Maldonado, quien fue asesinado el pasado 26 de enero en un ataque armado la base de la Policía Comunitaria de Buenavista.

El homenaje que le fue realizado con motivo del Día del Maestro congregó a amigos, familiares, compañeros de lucha tanto de la Policía Comunitaria de Buenavista de la Salud y de la Coordinadora Estatal de los Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG).

Bajo la consigna «Hasta la Victoria Siempre» se desarrolló un programa en el que destacaron la trayectoria del docente egresado de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, la lucha que encabezó en contra de la Reforma Educativa, y posteriormente por la seguridad de los pueblos del valle como integrante de la policía comunitaria de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG).

Sus compañeros de escuela, narraron las adversidades a las que se enfrentó para su formación como docente, nacido en Buenavista de la Salud, formado en el Centro de Bachillerato Tecnológico y Agripecuario, y posteriormente en la Normal de Ayotzinapa.

En 1997 ingresó al magisterio en la escuela primaria de la comunidad de el Aguacate, Municipio de Coahoayutla de Izazaga, en la Costa Grande del estado, donde tuvo que improvisar un aula de madera y los asientos hechos de troncos para impartir sus primeras clases.

Desde entonces, se integró también a la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación del Estado de Guerrero (CETEG) y a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

El profesor y ex dirigente de la CETEG, Minervino Morán Hernández, lo recuerdó por su compromiso como parte de la avanzada en 2013 durante la lucha por echar abajo la Reforma Educativa que impulsó el entonces presidente, Enrique Peña Nieto.

Lo recordó como un hombre que defendió al magisterio, que junto con un grupo de maestros defendían a los contingentes que se manifestaban en contra del régimen priísta, del gobierno aguirrista y que en algún momento le costó terminar tras las rejas.

En 2014, año marcado por la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa se sumó al movimiento junto con los padres y madres para exigir la presentación con vida de los jóvenes.

Luego dirigió la Policía Comunitaria de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), donde permaneció a pesar de múltiples ataques que sufrió por parte del grupo criminal los ardillos, que finalmente acabaron con su vida.

Su esposa e hija, estuvieron presentes. Su hijo que no pudo asistir al homenaje envió en un mensaje en el que destacó la labor de los maestros, su aporte a la sociedad, y la importancia que tienen como pilares en la formación profesional.

Con las cenizas del acaecido presente, se entonó el himno «venceremos», con el que de alguna forma dieron el último adiós a Mario Zamora.

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