Ángel Galeana/Chilpancingo
El presidente del Consejo Interreligioso del estado, Carlos Marx Barbosa Guzmán, acusó que las políticas de odio institucionales han provocado hechos de violencia contra líderes religiosos, al fijar un posicionamiento para condenar el crimen de los dos sacerdotes jesuitas en el estado de Chihuahua.
En conferencia de prensa en Chilpancingo, Carlos Marx Barbosa se solidarizó con los sacerdotes asesinados por un delincuente en Chihuahua, caso que, consideró, tiene atención por ser de extrema violencia y porque las víctimas eran de la misma orden del papa Francisco, sin embargo, aseguró que han habido más casos que no han tenido respuesta de las autoridades.
Acusó que políticas de odio institucionales contra el sector religioso como leyes «que atentan contra la vida y la familia» implican actos de violencia contra las líderes católicos porque van contra esos idearios.
«Al manejarse situaciones instituciones de odio en contra del sector religioso esto alimenta más odio por parte de delincuentes», aseguró.
Dijo que antes los delincuentes tenían códigos de respetar los funerales y no se metían a las iglesias, pero la situación se ha rebasado hasta hechos como los que ocurrieron en Chihuahua.
«Nos preocupa, porque si desde las instituciones gubernamentales se empezaron a implementar un tipo de política de leyes de odio, de no cuidar la vida y la familia, esto implica que no vayan a querer seguir respetando este tipo de situaciones. El Estado Mexicano tiene la obligación de procurar la defensa de la vida de la familia y de la fe religiosa», señaló.
Marx Barbosa recordó que los sacerdotes fueron asesinados solo por dar los santos óleos al guía de turistas que había sido baleado por su asesino, quien antes de que falleciera lo metió a la Iglesia.
Denunció que en lo que va del año han sido asesinados 7 sacerdotes, y ninguno ha tenido atención de las autoridades, además de que en regiones del estado como en la Montaña y la Sierra se han registrado cobro de cuotas a las iglesias y hay zonas en las que no pueden predicar, hechos que no se denuncian por las represalias que pudieran sufrir.
Dijo que también se han hecho robos a templos en Chilpancingo, delitos que denunciaron pero que no han tenido ninguna respuesta de las autoridades.
En ese contexto, criticó la política del presidente Andrés Manuel López Obrador al señalar que exigen que se aplique la ley y no vaya a abrazar a los delincuentes.