Cáncer de mama: la alimentación que podría prevenirlo

José Isaid León Rodríguez es licenciado de nutrición y ciencia de los alimentos con maestría en ciencias de la educación. Se ha desempeñado como asesor nutricional del equipo de división profesional Los Avispones de Chilpancingo. Ha sido conferencista a nivel nacional e internacional en temas de nutrición en la infancia y adolescencia, y coordinador del consultorio de nutrición Equilibrato. Nutriólogo capacitador del personal de la Secretaría de Salud en Guerrero, y docente en la Universidad Autónoma de Guadalajara en el área de nutrición del deporte

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En 2022 se han registrado 15 mil 729 nuevos casos de cáncer de mama en México, de acuerdo con el boletín Epidemiológico Nacional de la semana 39 de la Secretaría de Salud. Esto significa un aumento de 4 mil 69 casos en comparación con la semana 39 (del 25 de septiembre al 1 de octubre) del 2021, cuando hubo un acumulado de 11 mil 660.

La mayoría de estos casos fueron registrados en Ciudad de México (2 mil 609), Jalisco (2 mil 153) y Veracruz (mil 474). Por el contrario, en entidades como Puebla y Tlaxcala hubo menos de 111 casos.


El cáncer de mama es la primera causa de muerte por tumores en las mujeres en México, en promedio hay 10 decesos al día. En los últimos 7 años los fallecimientos por esta enfermedad han aumentado en el país, de acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En 2015 y 2017 no se rebasaban las 7 mil muertes de mujeres por tumor maligno de mama, pero a partir de 2018 la cifra incrementó a 7 mil 557. Ocurrieron 7 mil 527 decesos en 2019, 7 mil 816 en 2020 y 7 mil 925 en 2021, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

El 19 de octubre de cada año se celebra el Día Mundial de la Lucha contra el Cáncer de Mama. Este día tiene como propósito que tanto mujeres como hombres tomen conciencia de que esta enfermedad se puede detectar y prevenir a tiempo.

En México se ha reconocido que el consumo de cebolla y espinaca, grasas poliinsaturadas y vitamina E, vitamina B12 y folato, además de flavonoles, flavones y otros fitoestrógenos, reduce de modo considerable el riesgo de CM; en contraste, el consumo de hidratos de carbono y en particular la sacarosa lo incrementa.

En relación con la mortalidad, un estudio ecológico reciente sugiere que el alto consumo de fibras y magnesio reduce en grado sustancial la mortalidad por cáncer de mama.

La cebolla, al igual que la espinaca y muchos otros alimentos de origen vegetal, son ricos en fitoquímicos, los cuales ejercen su función protectora a través de varios mecanismos: antioxidantes, antiproliferativos, promotores de la apoptosis, y también como antiestrógenos, debido a su afinidad por los receptores estrogénicos, sobre todo el receptor estrogénico de tipo beta.

Por su parte, el papel protector del folato y otros micronutrimentos (p. ej., magnesio) se debe a su participación en la síntesis, estabilidad y reparación del ADN, mecanismos cuya ú se relaciona con el proceso de carcinogénesis.

Me gustaría brindarte tips para prevenir el cáncer de mama:

● Solicitar una mastografía a partir de los 34 años, en caso de antecedentes familiares de la enfermedad. Si no se tienen, se debe hacer cada dos años a partir de los 40, y cada año al llegar a los 50.
● Realizar una auto-exploración mamaria mensual a partir de los 20 años, de preferencia al quinto día de la menstruación.
● Llevar una alimentación balanceada y alta en fibra, que incluya brócoli, acelgas, espinacas, setas, uva y papaya.
● Disminuir el consumo de azúcares y grasas trans.
● Practicar ejercicio al menos 45 minutos 6 días por semana.
● Mantener un peso adecuado.
● Evitar el cigarro y el alcohol.


A pesar de varias décadas de investigación epidemiológica sobre las relaciones causales entre la nutrición y el cáncer de mama, la evidencia científica para muchos de los alimentos es aún insuficiente o inconsistente, e impide establecer conclusiones sólidas frente al nivel de relación entre la dieta y el cáncer de mama.


Sin embrago el efecto regulador de las frutas en los niveles de estradiol y en los receptores de estrógeno y progesterona; la capacidad antioxidante y la influencia, proliferación, diferenciación y apoptosis celular que tienen los carotenoides; los efectos directos e indirectos en la regulación del riesgo en diferentes niveles que tienen los alimentos ricos en ácidos grasos omega-3, y la acción del ácido linoleico en el desarrollo del tumor pueden ser una herramienta interesante de tener en cuenta.


Recuerda visitar a tu nutriólogo para que te pueda ayudar en mejorar tus elecciones de alimentos, se habla en diferentes estudios, que diario podemos tomar más de 200 decisiones de que comer.

Recuerda comer sanamente, come Equilibrato, hasta pronto.

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