Jícama, la raíz de agua que todos debemos probar

José Isaid León Rodríguez es licenciado de nutrición y ciencia de los alimentos con maestría en ciencias de la educación. Se ha desempeñado como asesor nutricional del equipo de división profesional Los Avispones de Chilpancingo. Ha sido conferencista a nivel nacional e internacional en temas de nutrición en la infancia y adolescencia, y coordinador del consultorio de nutrición Equilibrato. Nutriólogo capacitador del personal de la Secretaría de Salud en Guerrero, y docente en la Universidad Autónoma de Guadalajara en el área de nutrición del deporte

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La jícama forma parte importante de la dieta del país. En especial, en Guerrero se consume en una gran cantidad y eso se debe a su contenido de agua y a su peculiar sabor que permite ser aceptada por la mayoría de la población, por ello es importante hablar sobre las bondades de esta leguminosa mexicana.

La jícama es una planta herbácea de la familia de las leguminosas y el tubérculo que conocemos, es considerado una verdura.

Existen cinco especies de jícama: erosus, ahipa, tuberosus, ferregineos y panamensis.  La jícama se siembra de marzo a junio, para cosecharla entre septiembre y diciembre. Nayarit es la entidad que más cosecha jícamas, llegando en 2015 con 63 mil 670 toneladas. La única especie cultivada a escala comercial en México es Pachyrhizus erosus.

La jícama es originaria de Mesoamérica, pues la palabra xícamatl es de origen náhuatl y significa raíz de agua. Esta raíz tiene registro de su consumo en culturas precolombinas como la tolteca, mexica, maya y zapoteca. La especie Pachyrhizus ahipa es muy común en países como Bolivia, Venezuela, Perú y Argentina, donde se conoce como ahípa, jíquima, chuin, ajípa o ashipa. Pero también se encuentra en países del sudeste asiático como Vietnam, Tailandia, Filipinas y Singapur.

La jícama posee grandes beneficios nutricionales, es importante conocer todo lo que nos aporta.  Por cada 100 gramos de jícama se obtienen: 1.3 g de proteína, 21 mg de vitamina C, 15 mg de calcio, 16 mg de fósforo y 90 g de agua, además de contener tiamina, riboflavina y niacina.

Al tener un aporte energético bajo (55 calorías por 100 g) y ser alto en fibra, la jícama es una buena opción como colación, acompañada con chile (sin sal) y jugo de limón, o como parte de una ensalada.

Es muy importante aprovechar esta temporada de jícama, el saber escoger una nos ayudará en gran manera a disfrutar su sabor y a obtener todas sus propiedades nutricionales.

Generalmente, una buena xícamatl (jícama) pesa entre 500g a 1 kilogramo, a veces tendemos a comprar la más grande, pero recuerden que entre más grande sea la jícama, la textura tendrá a ser más gruesa, el sabor menos dulce y menor contenido de agua, tienden a ser más seca. También recuerda que las jícamas peladas y guardadas en una bolsa resellable duran hasta dos semanas en el refrigerador. Puedes sumergirlas en agua con el jugo de 1 limón para que se mantengan frescas por más tiempo.

Te invito a que compartas los beneficios de la jícama con tu familia, amigos y empieces a tenerla como una alternativa para llevar una dieta saludable además de aprovechar su temporada, a los niños les gustará mucho, es muy nutritiva y puede ser versátil a la hora de prepararse.

Recuerda comer sanamente, come Equilibrato, hasta pronto.

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