Día Mundial contra el cáncer: alimentos y hábitos para prevenirlo

José Isaid León Rodríguez es licenciado de nutrición y ciencia de los alimentos con maestría en ciencias de la educación. Se ha desempeñado como asesor nutricional del equipo de división profesional Los Avispones de Chilpancingo. Ha sido conferencista a nivel nacional e internacional en temas de nutrición en la infancia y adolescencia, y coordinador del consultorio de nutrición Equilibrato. Nutriólogo capacitador del personal de la Secretaría de Salud en Guerrero, y docente en la Universidad Autónoma de Guadalajara en el área de nutrición del deporte

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Desgraciadamente el cáncer ha afectado a la humanidad desde tiempos prehistóricos hasta nuestros días, aunque su prevalencia se ha visto incrementada en las últimas décadas debido al aumento de la esperanza de vida y la presencia de factores carcinogénicos. Tenemos una lucha constante por descubrir factores que nos ayuden a evitar y a curar esta terrible enfermedad.

La evidencia más antigua de esta enfermedad se encontró en fósiles de dinosaurios de más de 70 millones de años de antigüedad. En humanos, el primer caso documentado de cáncer proviene de un hombre egipcio que vivió hace aproximadamente 3.000 años. De hecho, la primera evidencia escrita sobre esta patología aparece en manuscritos del Antiguo Egipto que describen los tratamientos farmacológicos, quirúrgicos e incluso mágicos que se practicaban por aquel entonces. Los papiros fueron escritos entre los años 1500 y 1600 AC. Los egipcios culpaban a los dioses de esta enfermedad, la cual consideraban que no tenía cura.

El término de “cáncer” aparece hacia el año 400 aC y se lo debemos a Hipócrates, un médico de la Antigua Grecia conocido como el “Padre de la Medicina”. Según Hipócrates la enfermedad aparecía por un desequilibrio entre los cuatro humores corporales: bilis negra, bilis amarilla, sangre y flema. Él fue el primero en acuñar los términos carcino y carcinoma, derivando de ellos el nombre de “cáncer” para este tipo de dolencia. Sus sucesores, los médicos de la escuela hipocrática, continuaron describiendo la enfermedad y los distintos tratamientos para combatirla. Ya entonces eran capaces de distinguir entre tumores benignos y malignos, así como de detectar su naturaleza invasora.

El 4 de febrero se celebra el Día Mundial contra el Cáncer, promovido por La Organización Mundial de la Salud, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) y la Unión Internacional contra el Cáncer (UICC) con el objetivo de aumentar la concienciación y movilizar a la sociedad para avanzar en la prevención y control de esta enfermedad.

Existen factores de riesgo que pueden condicionar que el cáncer pueda aparecer, por eso es importante evitar estos factores de riesgo:

Los estudios avalan que la obesidad, sobre peso y estilo de vida está íntimamente relacionados con cáncer de mama, cáncer de colon y próstata, entre otros. La dieta causa el 35% de muertes por cáncer. El tener unos hábitos de vida saludables y seguir una dieta mediterránea previene el cáncer. Es por ello importante visitar al nutriólogo para poder establecer cual es una dieta correcta para cada caso.


El tabaco se asocia al 16-40% de los casos de cáncer en general, ya que el fumar no solo produce cáncer de pulmón, también de estómago, esófago y mama, así como de laringe, faringe, hígado, leucemia, riñón y páncreas. Además, no solo afecta al fumador, también a los que le rodean. Por ello la importancia de seguir gestionando espacios libres de humo y fomentar en los niños, adolescentes, adultos y adultos mayores la práctica de algún deporte.


El 18% de los cánceres son atribuibles a infecciones persistentes provocadas por virus, bacterias o parásito. Destacan el virus del papiloma humano (cáncer de cuello uterino, cáncer de pene y cáncer oral), el virus de la hepatitis B (cáncer de hígado) y el Helicobacter pylori (cáncer de estómago). Por ello es importante revisar todo el esquema de vacunación y estarse realizando estudios clínicos cada 6 meses.


Los rayos solares y los rayos ultravioletas artificiales son los causantes de los cánceres de piel, que es el tipo de cáncer más común entre la población, siendo el carcinoma de células basales (CCB) y el carcinoma de células escamosas (CCE), llamados cánceres de piel no melanoma, el tipo de cáncer de piel más común.
El tercer tipo de cáncer de piel es el melanoma, este es el menos frecuente pero el más agresivo ya que puede invadir órganos adyacentes.
Es por ello importante acudir al dermatólogo para determinar el tipo de bloqueador que debemos usar, incluso, en interiores, ya que la computadora o la luz de las casas, oficinas y escuelas emiten radiación que puede dañar la piel.


Debemos de moderar el consumo de alcohol. La ingesta de bebidas alcohólicas en cantidades excesivas y de forma habitual se asocia con riesgo de padecer tumores de estómago e hígado. Un dato preocupante es la asociación entre el hábito de fumar y beber, lo que genera que se multipliquen los efectos perjudiciales de ambas sustancias, estimándose que más de la mitad de los jóvenes entre 15 y 35 años consumen alcohol y tabaco de formar habitual cuando salen a cenar o de fiesta.


El consumo de frutas y verduras ha demostrado una reducción de hasta el 20% del riesgo de padecer canceres gastrointestinales. Otros efectos conocidos son: favorece la disminución del colesterol malo, previene la obesidad, protege de los estados de falta de vitaminas y es una fuente de energía excelente para practicar deporte. Se recomienda el consumo de 6 piezas de frutas y verduras diarias.

Aumente su actividad física y limite la ingesta de alimentos ricos en grasa. Una alimentación rica en grasas, en especial de las llamadas grasas saturadas, presentes en alimentos como el sebo, la manteca, la nata o pieles de animales, se asocia al riesgo de tener elevado el colesterol, enfermedades del corazón y de tumores de colon.

La consecuencia de una alimentación desordenada conlleva la aparición de sobrepeso, que es otro factor de riesgo para la aparición de tumores sensibles a hormonas. Por ello, se aconseja realizar ejercicio físico diario durante al menos 30 minutos, iniciándose de manera progresiva hasta alcanzar un buen grado de esfuerzo.

Reducir el estrés a través de cuidar nuestra salud mental es muy importante.

Seguir estas sencillas recomendaciones nos ayudará a conseguir reducir el riesgo de padecer alguna enfermedad relacionada con el cáncer, y a su vez ganaremos calidad de vida consiguiendo disminuir los eventos cardiovasculares adversos, podremos mejorar nuestro colesterol, mejoraremos nuestras cifras de tensión arterial y regularemos nuestro tránsito intestinal; en general, ganaremos en salud.

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