El inicio del proceso electoral 2023-2024

Dra. Alma Delia Eugenio Alcaraz es licenciada en Derecho por la UAGro, maestra en Derecho Constitucional y Electoral por la Universidad Americana de Acapulco y doctora en Ciencia Política por el Instituto Internacional del Derecho y del Estado. Actualmente es magistrada del Tribunal Electoral del Estado y se ha desempeñado como consejera del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), asesora en materia legislativa, entre otros cargos. También es conferencista en materia electoral, constitucional y de género.

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Se ha dado inicio al proceso electoral ordinario 2023-2024, señalado como el más grande que ha tenido México, al celebrarse elecciones federales y la concurrencia de las elecciones en 32 entidades federativas.

Conforme a los datos del Instituto Nacional Electoral se desarrollarán actividades para la elección de las Gubernaturas de Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán, así como la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Congresos Locales, Ayuntamientos, Juntas Municipales y Alcaldías.

En total se elegirán 19,634 cargos.

Así, habremos de renovar a nivel nacional la Presidencia de la República, 128 Senadurías y 500 Diputaciones Federales.

Mientras que a nivel estatal en Guerrero habremos de elegir 46 Diputaciones al Congreso del Estado y 84 Ayuntamientos que incluyen 84 Presidencias Municipales, 89 Sindicaturas y 608 Regidurías.

Espacios de representación que atenderán al cumplimiento del principio de Paridad de Género, además, de establecerse las acciones afirmativas destinadas al acceso de grupos vulnerables.

Punto importante es que, en Guerrero, después de casi 10 años de ser creada la figura, se elegirá la diputación migrante o binacional, cuya justificación se basa en la idea de resarcir una deuda existente con los connacionales en el extranjero que contribuyen económica y culturalmente con el país.

Con el inicio del proceso no solo se intensifica el trabajo de los órganos electorales sino que se apertura la participación de la ciudadanía a través de las diferentes figuras, entre otras, como candidatas y candidatos independientes, observadores electorales, consejerías, presidencias y secretarías técnicas de Consejos Distritales, capacitadores electorales y la fundamental como funcionarias y funcionarios de las casillas electorales encargadas de recibir y contar nuestros votos.

La estructura electoral se ha echado a andar para que el día 2 de junio del 2024 todo esté listo para emitir nuestro voto por la opción de la candidatura que elijamos.

No puedo dejar de mencionar por mi formación, la importancia que reviste el proceso electoral 2023 -2024 para las mujeres, ahora, bajo el parámetro de los derechos progresistas, habrá nuevamente una elección con un mandato expreso y obligatorio al registro de candidaturas con paridad de género tanto para cargos de mayoría relativa como en representación proporcional, una integración paritaria en el Congreso del Estado y en los Ayuntamientos, medidas que sin duda redundarán en un mayor número de legisladoras, presidentas, síndicas y regidoras; no obstante, este arribo de mujeres a los espacios de toma de decisiones no puede ir acompañado de violencia política en razón de género en su contra, la violencia no puede ni debe ser el costo para gobernar.

La semana pasada estuve presente en la firma del Convenio Multilateral de Apoyo y Colaboración en Materia de Violencia Política contra las Mujeres en Razón de Género en el Estado de Guerrero, llevado a cabo el pasado 6 de septiembre y el Pacto Estatal por los Derechos Político Electorales de las Mujeres Guerrerenses Libres de Violencia y Discriminación, celebrado el 8 de septiembre, donde en forma indistinta, los poderes del Estado, órganos autónomos, órganos electorales, actores políticos, dirigentes y representantes de partidos políticos, asumieron el compromiso de coordinar acciones y colaborar para la prevención, atención y erradicación de la violencia política contra las mujeres.

Esperamos que exista la sensibilidad para que tales compromisos sean cabalmente cumplidos y ello, contribuya a eliminar las brechas de género y fortalecer los derechos políticos y los derechos humanos de las mujeres en la construcción de una democracia paritaria.

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