José Isaid León Rodríguez es licenciado de nutrición y ciencia de los alimentos con maestría en ciencias de la educación. Se ha desempeñado como asesor nutricional del equipo de división profesional Los Avispones de Chilpancingo. Ha sido conferencista a nivel nacional e internacional en temas de nutrición en la infancia y adolescencia, y coordinador del consultorio de nutrición Equilibrato. Nutriólogo capacitador del personal de la Secretaría de Salud en Guerrero, y docente en la Universidad Autónoma de Guadalajara en el área de nutrición del deporte.
________________________
En esta época de lluvias es muy común la proliferación de mosquitos que son vectores que ocasionan grandes problemas de salud.
El dengue es un reto para la salud pública en el mundo; se le considera la enfermedad tropical más expandida y la décima causa de muerte por enfermedades infecciosas.
Su nombre proviene de la palabra dinga o dyenga, homónimo del Swahili Ki denga pepo, que significa ataque repentino (calambre o estremecimiento) provocado por un espíritu malo. Causada por el virus del dengue y transmitida por mosquitos del género Aedes, fue descrita por primera vez en 1780 por Benjamin Rush, en Filadelfia, Pensilvania, Estados Unidos de América.
Hasta el momento se describen cuatro serotipos de este virus que circulan principalmente en países del sudeste asiático, del Pacífico Occidental, de América Latina y el Caribe, por lo que la enfermedad se considera tropical. La región de Las Américas es una de las más afectadas por el dengue y su forma más grave, el dengue hemorrágico.
Es imposible prevenir que una persona se contagie de dengue con alguna dieta especial o utilizando un repelente o medicamento, sin embargo, se ha visto que, teniendo cuidados en la dieta, una buena hidratación y descanso, el paciente tiene a mejorar toda la sintomatología.
Entre los alimentos que se deberían consumir están aquellos que son ricos en proteínas y hierro, ya que aumentan el nivel de glóbulos rojos.
“Las carnes rojas bajas en grasa; carnes blancas como pollo, pavo y pescado; lácteos y sus derivados, no solo por el hierro sino también por su contenido de selenio; así como los huevos, frijoles, garbanzos, lentejas, betabel y cacao en polvo”.
También es importante el consumo de frutas cítricas como piña, limón, naranja, kiwi.
Mientras se esté cursando por dengue es necesario evitar alimentos que entre sus compuestos tengan salicilatos. El consumo excesivo de esta sustancia podría retardar la coagulación sanguínea, favoreciendo el surgimiento de hemorragias.
Algunos de los alimentos que contienen salicilatos son: zanahorias, cebolla blanca, brócoli, ejote y pepino; frutos como moras, ciruelas, melón, limón amarillo, cerezas, tamarindo y manzanas verdes; frutos secos: nueces, pistachos y almendras; bebidas: vino, tés y café; condimentos y aderezos: menta, pasta de tomate, clavos, paprika, jengibre, chile en polvo, cúrcuma, vinagre blanco y ajo en polvo.
Recuerda que este artículo no suple una consulta nutricional, así que lo ideal es acudir con un profesional en el área de la nutrición para que diseñe un plan especial con todos tus datos antropométricos actuales (peso, talla, % de grasa etc.) y te de una estrategia adecuada de hidratación.
Recuerda comer sanamente, come Equilibrato, hasta pronto.