Acusan de robo a la policía estatal tras incidente en Chichihualco

Ángel Galeana/Chilpancingo, Gro.

El presidente del Centro de Defensa Derechos Humanos José María Morelos y Pavón, Manuel Olivares Hernández, acusó a elementos de Unidad de Fuerzas Especiales de la Secretaría de Seguridad Pública del estado de robar celulares, computadoras, mochilas y dinero, tras el incidente ocurrido ayer en el municipio de Chichihualco.

En entrevista sobre la carrtera Chichihualco-Chilpancingo, Olivares Hernández aseguró que los efectivos de la Policía robaron 2 celulares, 2 computadoras, y dinero que estaba en mochilas dentro de la camioneta en la que se trasladaba él y personal del Centro.

Los hechos, según Olivares, ocurrieron ayer en la noche tras el forcejeo que desplazados de la sierra tuvieron con elementos de la policía sobre el camino de terracería que lleva a la comunidad de El Naranjo.

Los desplazados intentaron retener efectivos de la Policía estatal, Guardia Nacional y Ejército en el punto conocido como El Bado, luego de que acudieron a la localidad de El Naranjo en un operativo para frenar las balaceras hechas por un grupo armado.

Ahí se inició un forcejeo del que los policías se abrieron camino a base de empujones y amenazas con rifles de alto poder. Sin embargo, kilómetros adelante, sobre la carretera a Chilpancingo, se registró otro bloqueo, en donde ocurrió el robo del equipo del Centro José María Morelos y Pavón, según la denuncia de Olivares Hernández.

El presidente del organismo demandó la devolución del equipo, el dinero, y la reparación de daños que sufrió la camioneta en la que se trasladaba.

Por otro lado, los desplazados, que son representados por Olivares Hernández, demandaron que la Guardia Nacional se establezca en tres puntos de vigilancia acordados desde hace 10 meses con el subsecretario de Derechos Humanos, Alejandro Encinas.

Reiteraron que el intento de retener al operativo de policías y soldados la noche de ayer fue para exigir su presencia en las comunidades que fueron desplazadas por el grupo de civiles armados denominados policías comunitarios de Tlacotepec.

«Tenemos un año aquí, allá en nuestras casas tuvimos que salirnos no por delincuentes. Queremos vivir en paz, porque traemos familia atrás de nosotros», declaró uno de los desplazados.

A través de un comunicado, el gobierno de Guerrero señaló que el operativo de la policía se apegó a los protocolos de seguridad y protección a los derechos humanos, aunque fue evidente que policías apuntaron sus armas para amedrentar una protesta ciudadana.

Se informó que en el operativo realizado en la comunidad de El Naranjo detuvieron a 4 personas como probables responsables de disparar en la localidad.

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