Hipólito Lugo Cortés tiene una licenciatura en Derecho, maestría en Ciencias, Área de Derecho Público, y estudios de doctorado en Derechos Humanos. Es coordinador de la Oficina en Guerrero de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Fue secretario ejecutivo, secretario técnico, visitador general, y presidente del Comité para la Investigación de la Desaparición Forzada de Personas. También se desempeñó como presidente interino en la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero.
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Este mes de septiembre es significativo en la historia de nuestro país, ante la diversidad de acontecimientos históricos suscitados para una lograr una nación libre y soberana, y es de reconocerse que nuestro estado de Guerrero contribuyó en gran medida para ello.
Sin duda que las ideas emancipadoras surgidas en Europa en los siglos XVII y XVIII influyeron en los insurgentes para luchar por liberar al pueblo del yugo colonizador, y así iniciar la gesta independentista el 16 de septiembre de 1810; pero ahora me referiré a otra gran proclama acontecida también en este mes, así el 14 de septiembre de 1813, el sacerdote, militar e insurgente José María Morelos y Pavón, en la ciudad de Chilpancingo dio inicio al histórico “Congreso del Anáhuac”, en el cual dio a conocer, desde mi particular punto de vista, al primer y más importante documento en materia de derechos humanos de las américas, conocido como los “Sentimientos de la Nación”.
Dicho documento contiene veintitrés principios que de acuerdo con las ideas de avanzada de Morelos e Ignacio López Rayón debía contar el pueblo mexicano para poder forjar un país con principios, de ahí que resulte ser un ideario político de aspiraciones del ahora estado mexicano.
Toral relevancia merecen los principios alusivos a la independencia de cualquier otra nación, el enunciado trascendente de que la soberanía emana directamente del pueblo, el derecho a la libertad de las personas al proscribir la esclavitud y la distinción de castas; así como el principio de igualdad, ya que sólo se distinguirán el uno del otro por el vicio o la virtud; hay proclama contra la tortura y los tributos opresores, hace alusión a una sola religión válida: la católica.
El lunes 14 de septiembre, esa importante proclama de los “Sentimientos de la Nación” cumple 207 años de su existencia, a esa distancia resulta necesario reflexionar sobre las aspiraciones de nuestros mayores y sobre los obstáculos que a lo largo de dos siglos han impedido su cristalización.
Otro dato importante vinculado a los citados principios, lo es que el 15 de septiembre de 1829, un destacado insurgente guerrerense afrodescendiente, que contribuyó a la conformación del naciente México, en ese entonces ya como presidente, Vicente Guerrero Saldaña, expidió un decreto por el que declara abolida la esclavitud, al no cumplirse las disposiciones legadas por Hidalgo y Morelos. El decreto aclara que “cuando las circunstancias del erario lo permitan, se indemnizará a los propietarios de esclavos, en los términos que dispusieren las leyes”.
Sin duda que nuestro estado de Guerrero ha contribuido con nuestros mayores a darnos la nación que hoy es México, y la deuda con el sur por parte de la Federación, sigue sin saldarse; incluso, ni siquiera mereció mención a Vicente Guerrero en la ceremonia del Grito de Independencia por el Presidente de la República; a pesar del transcurso del tiempo, las aspiraciones contenidas en los “Sentimientos de la Nación”, siguen precisamente siendo eso.