Pide diputado de Morena no criminalizar a pueblos indígenas que practican “la dote”

Carlos Navarrete Romero/ Chilpancingo, Gro. 

El diputado por Morena, Aristóteles Tito Arroyo, llamó desde el Congreso a que no se criminalice a las comunidades indígenas en las que aún se realiza la práctica denominada “la dote”, que consiste en que, para concretar un matrimonio, el novio debe entregar bienes materiales a la familia de la novia, pues afirmó que se trata de una imposición durante la colonización del país, negó que se configure el delito de trata de personas y dijo que utilizar ese tema en contra de los pueblos originarios es un acto de discriminación.

Así lo expresó en la sesión de este jueves, en la que intervino para hablar del tema, pues afirmó que se vive en estos momentos “racismo y discriminación a nuestros pueblos y comunidades originarias”, por los señalamientos que existen de venta de mujeres menores de edad para matrimonio.

Tito Arroyo explicó que tras la colonización y evangelización del país, en el siglo XVII, se adquirieron nuevas costumbres traídas “por los invasores”, como “la dote”, que reglamentaba los enlaces matrimoniales. 

Explicó que esa práctica se refiería al patrimonio que la futura esposa o su familia entregaban al novio, en muchos casos proporcional al estatus social del futuro esposo. 

“La finalidad era la de contribuir a la manutención de la propia novia o a las cargas matrimoniales, esta se otorgaba al hombre y la administraba durante el matrimonio, y en caso de producirse el repudio, la separación o el divorcio, su obligación era devolverla. En caso de que la mujer muriese por alguna causa, el marido tenía que regresar completamente la dote a su familia, y si habían procreado hijos la cantidad debería dividirse entre ellos”.

Sin embargo, dijo que con el tiempo esa práctica evoluciono y ahora es al novio a quien se le demanda “la dote”, y afirmó que si se mantiene es por falta de políticas públicas. 

“Es necesario señalar que no podemos criminalizar a nuestros hermanos y hermanas por practicar la dote y tampoco podemos equipararla al delito de trata de personas, ya que la dote es una figura de matrimonio que nos fue impuesta por el colonizador, y en donde se aprovechan de la pobreza extrema que se vive en algunas comunidades, por lo que, el Estado está obligado a impulsar políticas publicas que generen más desarrollo en las comunidades y se acorte la brecha entre ricos y pobres, y la solución es atender de fondo esta problemática”.

Por ello, pidió no estigmatizar ni criminalizar a los pueblos originarios “con la venta de niñas para el matrimonio, sino por el contrario, se deben reconocer los derechos de nuestros hermanos y hermanas, y la igualdadde los mismos, así como su libre determinación y autonomía de sus pueblos, para que se desarrollen en armonía”.

Afirmó que criminalizar a las familias de las comunidades indígenas en las que se realiza aún esa práctica es un acto racista, pues se utiliza el tema para discriminar a esas localidades, omitiendo “la existencia de valores ancestrales”.

“Para concluir quiero señalar que la venta de niñas como comercio y como crimen, se da de manera constante más arriba que abajo, es decir se da mas en las zonas no indígenas que en los pueblos originarios, y esto se agudiza por la descomposición social, tal como lo afirmó nuestro presidente de México Andrés Manuel López Obrador”.

En respuesta a su intervención, la diputada del PT, Leticia Mosso Hernández, quien es presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso, criticó la postura del legislador morenista, pues afirmó que sí hay una violación a los derechos de las mujeres con esa práctica. 

“De verdad  que es triste escuchar  estas participaciones”, expresó de manera contundente. 

“En pleno  siglo 21 se siguen suscitando matrimonios entre menores, y lo que es peor, forzados. En la región de la Montaña se sigue vendido  a las niñas sin que exista el compromiso de las autoridades para garantizar sus derechos a una vida libre de violencia y a su sano desarrollo”.

Por su cuenta, la diputada de Morena, Erika Valencia Cardona, quien preside la Comisión para la Igualdad de Género, defendió la postura de su compañero de bancada y precisó que “la dote” se practica aún por usos y costumbres. 

“Yo estoy de acuerdo con lo que comentan, a  veces se criminaliza a los pueblos indígenas con el tema de la dote, pero son usos y costumbres muy bonitas cuando hay el consentimiento y son mayores de edad, existe un delito cuando no hay consentimiento”.

Precisó también que “la dote” sólo se lleva a cabo cuando ambas partes están de acuerdo con el matrimonio y que ambos sean mayores de edad.

“Es una costumbre responsable, pero cuando se disfraza un delito de la dote debe ser sancionado (…) la trata de mujeres en muchos casos es disfrazado de la dote, esperemos se discuta en el pleno, porque se trata de concientizar e incluir a las asambleas de los pueblos originario y que se tenga ese cuidado en las comunidades. Quiero hacer esa diferencia, una cosa son los usos y costumbres y otra es un delito disfrazado de la dote”, finalizó.

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