Ángel Galeana/Chilpancingo
El excandidato de la alianza PRI-PRD a la gubernatura de Guerrero, Mario Moreno Arcos, informó que desde el 26 de mayo pasado obra en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación un expediente en el que se acusa al presidente Andrés Manuel López Obrador de realizar propaganda gubernamental personalizada en periodo prohibido e inducción al voto al partido en el que milita.
Además, advirtió que el proceso electoral todavía no termina, ya que a un mes de la jornada electoral continúa la etapa de impugnación para la elección de diputados, ayuntamientos y la gubernatura del estado, y señaló que esperará los tiempos legales para proceder “en consecuencia con la firme convicción de que actuamos con la ley en la mano y en representación de los miles de ciudadanos guerrerenses que mantienen firme sus convicciones y esperan de nosotros firmeza y decisión”.
En un comunicado publicado en su página de facebook, Moreno Arcos señaló que impugnó el resultado de la elección al considerar que hubo una abierta violación a los valores fundamentales de lo que debió ser un proceso libre y auténtico.
“Quiero informarles que desde el 26 de mayo del presente año obra en poder del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación el expediente SUPREP-193/2021, en el que se señala claramente que el Ejecutivo Federal realizó propaganda gubernamental personalizada en periodo prohibido, en un acto de inducción y llamado al voto en favor del partido político en el que milita”, escribió.
Moreno Arcos aclaró que su impugnación no se trata “como muchos lo han señalado” de saber perder con dignidad, poner en riesgo la gobernabilidad del estado o cuestionar a quienes votaron por otra opción, sino que intenta “dar certeza a un proceso a todas luces manipulado de todas las formas posibles desde el poder público federal, para influir en la decisión del electorado rompiendo la equidad de la contienda”.
“Se generó desde el primer momento una percepción de incertidumbre y abierto desdén a las leyes, lo que más tarde o más temprano traerá graves consecuencias a la democracia no solo de Guerrero sino de México. Por eso decidimos alzar la voz y sentar un precedente que haga la diferencia de cara al futuro. Nuestro país merece respeto”, señaló.
El excandidato se definió como un hombre no acostumbrado a las rabietas, golpeteo o chantaje como medios de presión para alcanzar objetivos u obtener prebendas pero dijo que “permanecer impávido es validar un silencio cómplice la utilización del servicio público para favorecer intereses personales en contravención al artículo 134 constitucional.