Alina Fernández Navarrete
Acapulco.
En Guerrero la participación mediática de las mujeres – incluyendo su presencia en notas, fotografías en las que aparecen y el número de periodistas – es apenas del 9.2 por ciento, por ello “es importante que los medios de comunicación se sumen a la igualdad que Comunicación en Información de la Mujer A. C. (CIMAC) promueve desde hace 30 años” así lo expresó la coordinadora de Estrategias de Comunicación y del Observatorio de Medios, Cirenia Celestino Ortega.
Celestino Ortega impartió el taller Sexismo mediático es violencia política, el cual se llevó a cabo el 4 y 5 de octubre en la Universidad Americana de Acapulco. El curso fue iniciativa de la responsable de la Unidad Técnica de Igualdad de Género y no Discriminación del Instituto Estatal de Participación Ciudadana (IEPC), Alejandra Ortega Guzmán, y contó con la participación de las consejeras electorales Vicenta Molina Revuelta y Rosio Calleja Niño, así como de reporteras de distintos medios de comunicación de Guerrero.
Durante el taller las asistentes realizaron un monitoreo de siete medios de comunicación impresos de Guerrero en el que se encontró que la presencia mediática de las mujeres apenas alcanza un 9 por ciento, de manera particular en artículos de opinión aparecen en un 17 por ciento y en temas políticos 16 por ciento.
Celestino Ortega señaló que los resultados del ejercicio dan cuenta de que la representación mediática de las mujeres en el estado no acompaña el avance legislativo de las mismas, por lo que es necesario que al interior de los medios de comunicación se incorpore la igualdad de género como principio ético y que se generen espacios libres de violencia de manera que las periodistas estén a cargo de la cobertura de temas políticos y económicos, mismos que se asignan principalmente a hombres.
De acuerdo con el Protocolo para la atención de la violencia política contra las mujeres en razón de género, la violencia política contra las mujeres “comprende todas aquellas acciones u omisiones de personas, servidoras o servidores públicos que se dirigen a una mujer por ser mujer (en razón de género) y que tienen un impacto diferenciado en ellas o les afectan desproporcionadamente con el objeto o resultado de menoscabar o anular sus derechos político-electorales, incluyendo el ejercicio del cargo”. Esta puede incluir violencia física, psicológica, simbólica, sexual, patrimonial, económica o feminicida.
A lo largo del taller, Celestino Ortega destacó que las personas nacen en igualdad y la construcción social en la que se desarrollan les enseña las desigualdades, por lo que es necesario que los medios de comunicación incorporen la perspectiva de género y el lenguaje incluyente en su ejercicio periodístico. “La libertad de expresión es importante para la democracia y la democracia es importante para lograr la paz”, concluyó.