Ángel Galeana
Chilpancingo, Gro. 1-Noviembre-2019
El panteón de Chilpancingo tiene una afluencia calculada para este uno y dos de noviembre de 21 mil personas, según la administración, sin embargo, hay tumbas que nadie visita y contrastan con las que se llenan de familias, flores o serenatas.
El cemento de las bóvedas quebrado, escasa pintura de la última vez que algún familiar las visitó, o cruces oxidadas son los indicios que se ven en el panteón y que dan cuenta que algunos muertos no son visitados en su día de celebración. La administración actual no tiene el dato actualizado de tumbas que están en el olvido.
Este panteón que data desde 1863, tiene alrededor de 6 mil 800 tumbas, que no lo mismo que cuerpos, puesto que existen algunas que guardan los restos de familias completas, quienes decidieron comprar amplios terrenos y construir distintas gavetas o espacios para ser sepultados en el mismo lugar.
No cabe nadie en el panteón. El administrador Cerón Dircio Castro señala en entrevista que ya nadie puede ser enterrado en este lugar, solo aquellos cuyos familiares construyeron varias gavetas.
Uno de los casos en el olvido es el del niño “Chuy”, quien murió en junio de 1962. Su epitafio dice: “Siempre vivirás en el corazón de tus padres”. Esta es una de las tumbas aún con el color blanco, pero con visible deterioro. El gris del cemento se asoma entre las esquinas, principalmente. No hay flores en los floreros ni en la imagen del Jesús Cristo que está en la cabecera.
A un lado de Chuy está una tumba mucho más antigua: Es la del señor Marciano, quien fue sepultado en 1920. Parte del cemento ya luce cuarteado, con poca pintura y ninguna flor. Ni él ni su pequeño vecino han sido visitados hasta este día.
Justo a un costado de don Marciano hay otra tumba, la cual está prácticamente destruida, pedazos de construcción se vencieron con el tiempo. No hay nombres ni registro del entierro visible.
Un contraste marcado son las tumbas del señor Leonides, quien murió en 1918 y la de la señora Carmen, que fue enterrada en el 2012. Están juntas, pero lucen muy distinto. La de Carmen está decorada en todo el frente con flores de cempasúchil y una cruz de terciopelo. Los colores se mezclan y combinan en este día.
La del señor Leonides solo está cubierta de loza en mal estado, gravilla, y pétalos llevados por el aire de los arreglos que le dejaron a la señora Carmen.
El administrador del panteón señala que él tiene un año al frente del cargo, y será después de los días de muerto cuando puedan hacer un cálculo de las tumbas que no son visitadas.