Redacción/Chilpancingo
El delegado del Gobierno federal en Guerrero, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, funcionarios del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas y de la Secretaría de Gobernación se reunieron con familiares de los 10 indígenas asesinados originarios de la comunidad de Alcozacán, en Chilapa.
Sandoval Ballesteros informó en redes sociales que acudió a la comunidad para reunirse con los pobladores, pero principalmente con las familias de los 10 hombres asesinados el 17 de enero pasado.
«De manera particular, escuchamos a familiares de los músicos nahuas asesinados el pasado 17 de enero para conocer de viva voz sus necesidades, a efecto de atenderlos y canalizarlos a los programas sociales del Gobierno federal», informó.
El pasado 17 de enero, 10 hombres originarios de la comunidad de Alcozacán fueron asesinados cuando regresaban de trabajar en una fiesta, aunque la versión preliminar indicaba que eran músicos, sus familiares aclararon que eran ayudantes.
El saldo de la masacre fue de 8 mujeres viudas, 23 niños huérfanos y 2 madres sin hijos. Prácticamente todos dependían económicamente de las víctimas.
Sandoval Ballesteros indicó que como autoridades federales no pretenden atender la emergencia con apoyos inmediatos, sino ofrecer soluciones a largo plazo que reviertan las condiciones históricas de pobreza de los pueblos originarios.