Ángel Galeana/Chilapa
El Obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, reveló que dialogó con líderes del grupo delictivo Los Ardillos, quienes negaron el asesinato de los 10 indígenas originarios de la comunidad de Alcozacán, en el municipio de Chilapa.
El obispo realizó una misa en la comunidad de Alcozacán, a un mes del asesinato de los 10 hombres indígenas en la comunidad de Mezcalzingo, en la que hizo un llamado a la paz.
En entrevista al término de la misa, Rangel Mendoza reconoció que alrededor de 20 días después del asesinato se reunió con los líderes de Los Ardillos, quienes aseguraron que no fueron los responsables del crimen, y que incluso, se dijeron abiertos a la paz.
El obispo señaló que el hecho se debe investigar a fondo, y sugirió que es probable que los propios policías comunitarios hayan cometido «un autogol», es decir, que ellos mismos hayan matado a los 10 indígenas.
Rangel Mendoza consideró apresuradas las declaraciones que hizo el Fiscal General del Estado, Jorge Zuriel de los Santos Barrila, días después del asesinato en las que dijo que presuntamente fueron Los Ardillos los responsables del crimen.