Carlos Navarrete Romero/ Chilpancingo, Gro.
El gobernador, Héctor Astudillo Flores, informó que hasta el 30 de junio el gobierno de Guerrero había gastado 951 millones de pesos que no estaban presupuestados para atender la emergencia sanitaria por el COVID-19.
Así lo expuso este viernes durante una reunión de trabajo que sostuvo de manera virtual con diputados locales, a quienes manifestó que el estado se enfrenta a su mayor crisis económica, solo comparada con el periodo posterior a la revolución mexicana, y advirtió que “desde mi punto de vista, pintan peores”.
Durante su intervención, Astudillo Flores explicó que la Secretaría de Salud (SSa) del gobierno del estado ha gastado 217 millones de pesos para el combate al COVID-19, que no estaban contemplados dentro de su presupuesto; aunado a ello, comentó que se ha adquirido una deuda de 266 millones, además se generó un fondo de 200 millones correspondiente a un reajuste presupuestal del gobierno central generado con recursos de 13 secretarías.
También expuso que el gobierno del estado ha transferido 115 millones de pesos a la Secretaría de Salud, mientras que la federación aportó 153 millones.
El gobernador refirió que a los 951 millones de pesos que ya gastaron para combatir el nuevo coronavirus, prevén sumar otros 500 millones para lo que resta del año
De igual forma mencionó que de enero a mayo Guerrero ha gastado un total de mil 146 millones de pesos de sus participaciones federales en todo el sector salud, y estimó que para fin de año la inversión rebasará los 4 mil millones de pesos.
“El comportamiento económico nacional a la baja tendrá, sin duda, un fuerte impacto en los ingresos federales, lo que afectará negativamente la participación a los Estados y a los municipios del país, del país, no de Guerrero, esto es un asunto que se va a presentar en todo el país”.
Astudillo Flores recordó que, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 12 millones de personas han dejado de percibir ingresos en el país como consecuencia de la emergencia sanitaria, comportamiento que, afirmó, aumentará la población en condiciones de pobreza, principalmente en Guerrero.
Ante ese escenario dijo que la reactivación de algunas actividades, principalmente en el sector turístico, responde a la necesidad de generar ingresos y salvar los empleos de los guerrerenses, pues el problema de salud pasó a convertirse en un problema económico.
“Estamos sin duda en la mayor crisis, diputadas y diputados, estamos en la mayor crisis sólo comparable a los tiempos difíciles que se vivieron después de la revolución mexicana. Desde mi punto de vista, pintan peores”.
El ejecutivo expresó que es necesario acabar con los “vicios” que existen dentro de la operatividad de la Secretaría de Salud.
“El compromiso del gobernador es que, considerando los efectos devastadores de la pandemia, el sistema de salud tiene que ser mejor. Tenemos que acabar con vicios que existen dentro de la propia operatividad, pero tenemos también, entre todos, hacer un sistema de salud y, yo asumo lo que me corresponda desde hoy para qué esta circunstancia que estamos viviendo tan cruelmente, no pase en vano”.
Finalmente, Astudillo reiteró que “el tema político no es el que me moverá, la importancia que tiene la atención del tema del COVID-19 y sus consecuencias económicas son tan grandes que sería una torpeza de mi parte estar abriendo frentes de confrontación política, que sin duda, me distraería y no podríamos seguir en el camino que hemos determinado estar concentrados en el tema del COVID-19”.