Ángel Galeana/Chilpancingo
Santiago Mazari Hernández, El Carrete, fue sentenciado a 20 años de prisión por el delito de delincuencia organizada (hipótesis contra la salud), y recluido en el Centro Federal de Readaptación Social No. 2 “Occidente” en Puente Grande, Jalisco.
En un comunicado, la Fiscalía General de la República (FGR), a través de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), informó que obtuvo la sentencia condenatoria en contra de Santiago Mazari, de parte de un juez de distrito de Jalisco.
«Santiago “M” fue detenido en agosto de 2019 por elementos de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, quienes cumplimentaron la orden de aprehensión correspondiente. A este sujeto, se le atribuye ser miembro de un grupo delictivo que operaba principalmente en el estado de Morelos», informó la Fiscalía.
Santiago Mazari era líder del grupo criminal de Los Rojos en el estado de Morelos, y fue involucrado en la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, como el que habría enviado a los estudiantes a Iguala, en contubernio con el director de la normal, Jose Luis Hernandez Rivera.
A Santiago Mazari lo involucró en el caso el exsicario del grupo delictivo Guerreros Unidos, Felipe Rodríguez Salgado, El Cepillo, quien, en declaración ministerial, dijo que al interrogar a uno de los normalistas, este le dijo que habían acudido a Iguala en coordinación con Los Rojos.
Santaigo Mazari se deslindó de las acusaciones a través de mantas que aparecieron en febrero del 2015 en distintos puntos de Morelos, en las que, además de negar estar vinculado en el caso, ofreció a los padres de los 43 «quitarles la venda de los ojos».
Ante ese hecho, y la desesperación de localizar a sus hijos, el 31 de marzo de ese año, un grupo de padres acudió al crucero que conduce al municipio de Huitzuco, sobre la carretera federal Chilpancingo-Iguala, punto conocido como El Rancho del Cura, para colocar dos mantas en las que pidieron ayuda al líder delictivo para dar con el paradero de los 43.
En dichas mantas los padres dijeron estar dispuestos a reunirse con Santiago Mazari para que les diera información, sin embargo, el encuentro no se llevó a cabo.