Tamal, un alimento con mucha energía e historia

José Isaid León Rodríguez es licenciado de nutrición y ciencia de los alimentos con maestría en ciencias de la educación. Se ha desempeñado como asesor nutricional del equipo de tercera división profesional Los Avispones de Chilpancingo. Ha sido conferencista a nivel nacional e internacional en temas de nutrición en la infancia y adolescencia, y coordinador del consultorio de nutrición Equilibrato. Nutriólogo capacitador del personal de la Secretaría de Salud en Guerrero, y docente en la Universidad Autónoma de Guadalajara en el área de nutrición del deporte.

________________

El tamal es uno de los alimentos más deliciosos y que es un deleite para el paladar, se originó hace 8 mil años, es decir, no hay platillo más antiguo de raíces prehispánicas que el tamal.

La palabra tamal viene del náhuatl “tamalli” (que significa envuelto). Es uno de los platos más antiguos y diversos en nuestro país, existen entre 4 o 5 mil variedades de tamales, es un plato que se elabora desde el mundo prehispánico y con una peculiaridad hermosísima, el tamal es festivo y ritual.

Desde su origen es hecho para fiestas, en algunos lugares se cuenta con esta peculiar tradición: se mezcla el tamal con agua, se desbaratan y con eso se riega la milpa para tener una buena cosecha.

Una diferencia clave entre el tamal original de los aztecas en la gran Tenochtitlan y el actual que podrás encontrar a la venta en cualquier lugar de México, son el tipo de ingredientes, por ejemplo: Los aztecas comían tamales con pavo, flamenco, rana, ajolote, tuza, conejo, pescado, huevos de pavo, calabazas, frijoles, y frutas. No contenían grasa añadida, eran mucho más saludables, además los ingredientes eran 100% orgánicos, lo que hoy se podría considerar un plato sano y gourmet, estos fueron únicos en su tiempo.

Después de la Conquista este platillo fue adaptándose y complementando su fisonomía e ingredientes, pues se incluyeron los que provenían de Europa, quienes actualmente aportan el sabor que conocemos, es el caso de la manteca, así como la carne de cerdo en sustitución de verduras como calabaza, quelites y cereal como los elotes. Recordemos que el tamal es un alimento envuelto cocido con cualquier técnica culinaria. No siempre llevan masa de maíz u hoja de maíz o plátano.

En ningún país existe tanta diversidad de tamales como en México. Cada región y estado tiene ciertos tipos de tamales, es un platillo muy popular y algunos expertos estiman el consumo de tamales en cientos de millones anuales.

De acuerdo al Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes, cada cien gramos de tamal aportan un promedio de doscientos cincuenta calorías y quince gramos de grasa, cantidad equivalente a tres cucharaditas de manteca.

Un tamal promedio aproximadamente pesa 300g, un tamal de carne aproximadamente contiene 765 kcal por los 300g, consideremos que un tamal promedio aproximadamente pesa 300g, un tamal de elote puede contener 645kcal, uno de frijol 772 kcal, uno de mole 909 kcal, es decir, son altos en calorías por eso es importante consumirlos con moderación.

Los beneficios del tamal para nuestra salud, son una excelente fuente de energía gracias a los hidratos de carbono que aportan, nos brindan vitamina B1 (esencial para el metabolismo de los hidratos de carbono), son ricos en acido fólico (favorece la producción de glóbulos rojos) y dependiendo del producto principal con el que se rellene nos aportaran diferentes beneficios. Se recomienda no consumirlo con bebidas azucaradas como atoles o champurrados porque añadirá más calorías al organismo y si no se gasta esa energía se puede convertir en grasa en forma de triglicéridos.

La torta de tamal, más conocida como guajolota, es una preparación típica de la Ciudad de México y diversas ciudades del país, que consiste en una torta (es decir, un bolillo, telera u otro tipo de pan blanco) relleno de tamal, que es masa de maíz cocida en agua o al vapor. Una guajolota puede contener entre 880 y 1140 kcal, según la calculadora de alimentos del IMSS.

Debemos evitar consumir el famoso “Guajolocombo” (torta de tamal más atole o champurrado), esta combinación puede originar entre 1065 a 1140 kcal dependiendo la combinación.
Recordemos que los tamales no son alimentos prohibidos, la clave para su consumo está en la moderación y en lo que comes el resto del día. Para ello te recomiendo:


• Comer el tamal por la mañana, no por la noche.
• Considerar que se trata de un plato principal, no de una guarnición.
• Evitar la famosa guajolota (torta de tamal).
• Acompañarlos con café negro en lugar de atole o champurrado.
• En las siguientes comidas, aumenta el consumo de verduras crudas y agua natural.
• Evitar alimentos grasosos y ricos en harinas refinadas el resto del día.


Es importante conocer que comer un tamal de vez en cuando no te hará ganar peso, procura elecciones saludables el resto del día y disfrútalo sin remordimiento.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.