Fundamental terminar con discriminación y violencia a mujeres en la UAGro: Berenice Illades

Alina Navarrete Fernández/Chilpancingo, Gro.

“Es fundamental que se ponga fin a todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres” en Universidad Autónoma de Guerrero (UAgro), dijo la directora general de Posgrado e Investigación, Berenice Illades Aguiar, durante su participación en el primer Parlamento de Mujeres.

Fue el Ayuntamiento de Chilpancingo el que organizó el parlamento histórico que se llevó a cabo en el auditorio del Tribunal Superior de Justicia y tuvo como lema: “El Camino de una Mujer para llegar al Poder”.

“Soy Berenice Illades Aguiar, madre, esposa, abuela, profesora, investigadora y funcionaria de la Universidad Autónoma de Guerrero”, así se presentó la reconocida académica en su intervención que centró sobre la participación de las mujeres en el ámbito académico.

“Un principio esencial de la educación y en la ciencia es la igualdad entre las mujeres y hombres, sin discriminación de ninguna índole. La educación tiene un papel muy importante para cerrar las brechas de género y reconocer a la mujer con los mismos derechos educativos, laborales políticos sociales y culturales del hombre”, declaró.

Sobre las universidades públicas de México, enfatizó que en los últimos 40 años, sólo en las universidades de Campeche, Tabasco, Veracruz, Querétaro, Quintana Roo, Oaxaca, Michoacán y Puebla han tenido rectoras, de acuerdo con un análisis realizado por el Centro de Investigaciones y Estudios de Género de la UNAM.

“La escasa participación de las mujeres en la Rectoría no es por falta de capacidad, se debe a una cultura de segregación y discriminación”, sentenció.

En la UAGro, las mujeres estudiantes son mayoría y “a medida que se asciende la escala educativa, de desarrollo, de carrera y liderazgo, la brecha de género se amplía fuertemente”.

“La rectoría nunca ha sido ocupada por una mujer y sólo ha habido dos secretarias generales en los 61 años de existencia de la Universidad”, resaltó.

De acuerdo con Berenice Illades, actualmente de los 13 cargos de primer nivel 4.31% son ocupados por mujeres. “Las mujeres predominan en las áreas administrativas y de intendencia; en resumen: la tercera parte de las áreas académicas y de mandos medios están ocupados por mujeres, sólo una décima parte de las mujeres tienen acceso a ocupar mandos superiores”.

En cuanto a los reconocimientos más prestigiados, la mayoría están destinados a los hombres, como lo es el de Maestro Emérito, que ha sido entregado en un 77% a académicos y sólo en un 23% a las investigadoras.

Además, señaló que en la UAGro “existen prácticas que denotan discriminación, en algunos casos violencia”, por lo que “es fundamental que se ponga fin a todas las formas de discriminación y violencia contra las mujeres universitarias, deben eliminarse prácticas nocivas como el hostigamiento, el acoso, la violencia de género”.

Por ello, se deben adoptar y fortalecer políticas y reformas en la legislación Universitaria y los Contratos Colectivos de Trabajo con perspectiva de género. “El primer paso en nuestra institución es reconocer el problema y que la autoridad universitaria establezca el compromiso de atender a fondo la temática de equidad de género e igualdad de género”, concluyó.

Recordó que en los siglos XVIII y XIX, la mujer no podía acceder a los mismos niveles educativos que el hombre, pero en la actualidad existe un “avance importante” en la integración de la mujer a la educación.

No obstante, “existe un sesgo en el campo de formación académica (…) Aunque la brecha ha disminuido, la desigualdad de género persiste. Factores como el embarazo en la adolescencia o durante la vida escolar, los prejuicios sociales, las expresiones populares, son ejemplos de desigualdad. Las y los docentes son el factor clave para cerrar esta brecha”.

Citó que en la vida laboral, después de la formación profesional en las universidades, se esperaría que las mujeres accedieran a cargos de alta jerarquía igual que los hombres, pero prevalece la discriminación de género; incluso, “las mujeres científicas tienen menos probabilidades de recibir financiamiento para investigación en comparación con los hombres”.

En ese sentido, resaltó que menos mujeres dirigen instituciones de investigación, aunque en el Gobierno Federal se nombró a una mujer como directora general del Consejo Nacional de Ciencie y Tecnología.

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