Abierto al diálogo con grupos delictivos, dice nuevo Obispo de Chilpancingo-Chilapa

Ángel Galeana/Chilpancingo

El nuevo obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, se dijo abierto al diálogo con los grupos delictivos pese al miedo que pueda existir de buscar acercamientos con personas armadas, con el fin de encontrar las respuestas al por qué roban, matan o extorsionan.

Ofreció disculpas al Gobierno si es que en algo se les ha ofendido de parte de los líderes católicos, y se dijo dispuesto a la reconciliación para buscar unidad y «remediar los males».

El obispo saliente, Salvador Rangel Mendoza y el nuevo encargado de la Diócesis, dieron una conferencia de prensa está tarde en el auditorio de la Curia Diocesana de Chilpancingo.

En su presentación, el nuevo obispo se definió como una persona sencilla señalando que puede ser llamado como padre Chuy. Durante momentos bromeó al hablar distintos temas y dijo que en su llegada se une al camino de la Diócesis. Su obispado trabajará con el lema «apacienta mis ovejas».

Dijo que sus desafíos son en busca de la paz, el progreso y respaldará al sector campesino, «vamos a bendecir muchas tierras».

«A los gobiernos les digo que no se corrompan, porque se les han encargado comunidades y pueblos, se les han encomendado por el bien de todos y que no se enriquezcan unos poquitos (…) Así quiero vivir y predicar hasta donde llegue y me dejen llegar, porque andamos en campos minados», señaló.

Al ser cuestionado sobre cuál será su posición ante el diálogo con grupos delictivos como lo hizo el obispo Salvador Rangel, y cómo sería su relación con el Gobierno estatal toda vez que hay un distanciamiento, se dijo abierto al diálogo y ofreció disculpas.

«Aquí la Iglesia y las instancias de Gobierno de mi parte discúlpenos si les herimos de parte de la Iglesia. Discúlpenos de parte de la Iglesia pero no conviene estar distantes porque el Gobierno, la Iglesia y el pueblo en general necesitamos estar unidos, sino no vamos a poder remediar los males», indicó.

Respecto al diálogo con grupos delictivos, dijo que «el cuerpo humano se asusta porque traen armas y esas tienen balas, y hacen agujeros y matan a la gente, pero si da miedo a vencerlo y tratar de que no asuste mucho y llegar al diálogo y ojalá lleguemos a dialogar».

El obispo dijo que tiene experiencia con quien no dialogar porque están drogados y así no funcionan.

«A ver qué pasa, porque también es un desafío como franciscano ir a hablar con el hermano que mata, que extorsiona y roba, y ¿por qué mata? ¿por qué extorsiona? ¿por qué roba? entonces, sí hay que dialogar y si te dice tengo hambre pues a buscar qué comer», comentó.

El obispo Salvador Rangel dijo que aún no ha hablado con los líderes de grupos delictivos con los que se ha relacionado para mantener el diálogo abierto con el nuevo obispo, pero dijo que sí le gustaría que continuara «el diálogo con el narcotráfico y el diálogo con el Gobierno».

«Si monseñor desea dialogar con alguno de estos personajes creo que podemos intentarlo, hasta ahora no lo he hecho, pero si él lo pide podemos dialogar con ellos. Para mi es importante, cada persona tiene parte de la verdad o problemas (…) ellos se hicieron delincuentes, asesinos o lo que ustedes quieran, pero de cierta manera tenían razón. Hay que escuchar a otras personas las razones que han tenido y así es como en muchos lugares hemos pacificado», señaló.

Por otro lado, el obispo González Hernández indicó que uno de sus proyectos es que en los pueblos originarios sean creadas iglesias autóctonas, pues dijo que es necesario que haya un clero nativo y obispos indígenas.

«Me gustaría que los pueblos me adoptaran y caminar con ellos. Trabajaré mucho con obispos para que un día resurjan las iglesias autóctonas. Tiene todo y no nos pedirían nada».

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