Lorenza Díaz Nieto es Bióloga por la Universidad Simón Bolívar y Doctora en Ciencias por la Universidad Nacional Autónoma de México. Desde hace 30 años labora como Investigadora en el Departamento de Biología de la Reproducción del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (CDMX), donde dirige proyectos de investigación enfocados en los efectos de la vitamina D en el organismo en condiciones normales y patológicas, con enfoque en el embarazo y cáncer. Es miembro del Sistema Nacional de Investigadores y funge como tutora de maestría y doctorado en el Posgrado en Ciencias Biológicas y Biomédicas de la UNAM.
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La vitamina D (VD) es de suma importancia para nuestra salud en general, ya que mantiene fuertes nuestros huesos favoreciendo la absorción intestinal de calcio, fortalece nuestro sistema inmunológico, previene la aparición de tumores, regula la función cardiovascular y ayuda a mantener músculos saludables y fuertes. Por ello, la deficiencia de VD tiene un fuerte impacto en nuestro organismo, asociándose a un mayor riesgo de desarrollar diversos tipos de cáncer, enfermedades autoinmunes, infecciones recurrentes, enfermedades cardiovasculares, diabetes y patologías óseas, entre muchas otras.
Sin embargo, no existe otra etapa de la vida donde la deficiencia de VD tenga un impacto tan importante como durante el embarazo. Esto se debe a que la única fuente de VD para el bebé en formación es su madre. Si la madre es deficiente, el feto también es deficiente. Desafortunadamente, el costo de esta deficiencia en la mujer embarazada es alto, ya que tiene implicaciones importantes no sólo para la madre, sino también para la salud del bebé. Por ejemplo, las consecuencias de la deficiencia de VD en la mamá se asocian con infecciones que pueden poner en riesgo el embarazo (incluyendo infecciones dentales o genitourinarias), enfermedades hipertensivas como la preeclampsia, diabetes gestacional y parto pretérmino. Por otro lado, en el caso del bebé, la deficiencia de VD se ha asociado con bajo peso al nacer, infecciones perinatales, predisposición para desarrollar enfermedades crónicas a largo plazo e incluso autismo.
Afortunadamente, mantener niveles adecuados de VD es muy fácil y económicamente accesible, ya que nuestro cuerpo tiene la capacidad de producirla mediante un proceso que inicia con la exposición de la piel a la luz solar. Además, también podemos obtener VD de la dieta, principalmente por la ingesta de pescados como el salmón y el atún, aceite de hígado de pescado, huevo, productos lácteos y hongos, entre otros. No obstante, es muy importante que las mujeres conozcan sus niveles de VD antes y durante su embarazo, ya que cabe la posibilidad de que aún con actividades al aire libre y dieta adecuada, predomine la deficiencia de VD. Sorprendentemente, existe alta prevalencia de deficiencia de VD en mujeres embarazadas, siendo aún más común en mujeres obesas o si se usa bloqueador solar. En estos casos, hay que suplementarse con colecalciferol. La recomendación de la Sociedad de Endocrinología es mantener niveles superiores a los 30 ng/mL de 25-hidroxivitamina D3, por lo que se recomienda consultar al médico para determinar si padeces deficiencia y cómo debes suplementarte.
La VD es tan necesaria para mantener un embarazo saludable, que la evolución diseñó el mecanismo necesario para que la placenta pudiera producir su forma activa: el calcitriol. La placenta es el órgano que mantiene vivo al bebé dentro de la madre, permitiéndole desarrollarse sin que le falte nada. Si la mamá provee adecuadamente de VD a su placenta, ésta producirá calcitriol en cantidades suficientes para cumplir sus funciones. El calcitriol producido en la placenta tiene varios efectos importantes, de entre los que destacan:
- Aumentar las defensas para proteger al bebé de bacterias y otros microorganismos.
- Ayudar a mantener la presión arterial de la mamá en niveles adecuados.
- Participar en la producción de hormonas importantes para el mantenimiento del embarazo, como la progesterona, estradiol y gonadotropina coriónica.
- Favorecer un ambiente intrauterino tranquilo al inhibir la inflamación.
No está de más mencionar que además de lo ya descrito, la VD te puede ayudar a quedar embarazada al favorecer condiciones propicias en el útero. Por todo lo anterior, te recomendamos que conozcas tus niveles de VD y los mantengas adecuados si estás pensando embarazarte. Aliméntate sanamente y realiza actividades al aire libre.