Ángel Galeana/Chilpancingo
El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José Jesús González Hernández, informó que el sacerdote Felipe Vélez Jiménez, párroco de la iglesia de San Gerardo en Iguala, ya fue dado de alta y está a salvo, tras recibir al menos un disparo en el rostro el pasado 28 de julio en Chilapa.
En entrevista, González Hernández señaló que el sacerdote fue dado de alta pero está bajo prescripción médica y aún no puede hablar, recibir visitas o declarar ante el ministerio público sobre el atentado.
El Obispo indicó que a pesar de la gravedad de la herida no hubo mayores consecuencias en la salud del sacerdote, como afectaciones en el cerebro o en los ojos. Dijo que sí tuvo daños en la nariz pero recibirá una prótesis.
Señaló que no ha tenido comunicación con la Fiscalía estatal para ver avances en la investigación e indicó que no tiene mayor información sobre los hechos, solo las versiones públicas que han dado a conocer las autoridades: que iba acompañado de una mujer, que salía de Chilapa y que no hubo más heridos.
Por otro lado, el Obispo fue cuestionado sobre los hechos de violencia registrados la semana pasada en los estados de Guanajuato, Jalisco, Chihuahua y Baja California; al respecto, dijo que es un desafío a las autoridades, a la sociedad y a la propia iglesia.
«No estamos contentos, no aprobamos que haya actos de violencia, hermanos nuestros tan enojados con seres humanos», señaló.
El obispo pidió perdón a los asesinos y delincuentes del país al considerar que son parte de familias y sociedades que no los supieron tratar.
«Ojalá oigan que los queremos mucho, son nuestros hermanos y si están ahí les pedimos perdón, porque están ahí seguramente por nuestra culpa, no los supimos tratar en sus familias, en sus escuelas, en la sociedad. Todos los que tenemos alguna responsabilidad sobre ustedes no lo supimos hacer, les pedimos disculpas, perdónenos, queremos que ya no sigan ese camino de la violencia», indicó.