Fueron 23 muertos en San Miguel, dicen pobladores; familiares sepultan a sus muertos

Alina Navarrete Fernández/San Miguel Totolapan, Gro.

«Está todo muerto como antes…», así describe una comerciante el ambiente en San Miguel Totolapan después de la masacre que, según los pobladores, dejó un total de 23 personas asesinadas.

Desde la entrada a la cabecera municipal se percibe el miedo. En la gasolinera no hay nadie. Las tiendas, escuelas y consultorios médicos están cerrados, mientras que comerciantes desmantelan la Feria de San Miguel de Arcángel frente al Ayuntamiento.

Solo unos cuantos negocios abrieron, en las calles reina el silencio que se quiebra con los llantos de las familias de las víctimas; fueron 23 hombres asesinados, entre ellos un menor de 15 años de edad, a tres los sepultaron ayer, hoy en el panteón municipal se espera la llegada de 17 cuerpos más.

Los trabajadores y voluntarios en el panteón cuentan que tres de las víctimas estaban de visita en San Miguel Totolapan y ya fueron llevados a sus comunidades; en una casa de la avenida principal, familiares esperan el arribo de los cuerpos del alcalde Conrado Mendoza Almeda y su padre, el exalcalde Juan Mendoza Acosta.

Entre los tres heridos que sobrevivieron a la masacre presuntamente está José Alberto Nava Palacios, el suplente de Conrado Mendoza. Los pobladores no tienen información oficial, nadie les ha dicho cómo, por qué pasó esto.

Según los pobladores, la mayoría de las víctimas era integrantes del Movimiento por la Paz, que surgió en contra del grupo de Los Tequileros.

Las instalaciones del Ayuntamiento están baleadas, pero no fue la escena del crimen principal, la masacre ocurrió en el autolavado «Totolapan», a unas tres cuadras de distancia.

Frente al inmueble del Gobierno Municipal estaban los juegos mecánicos y negocios propios de la feria, en medio de los cuales se observaron múltiples casquillos de distintos calibres; apenas hoy la Policía Investigadora Ministerial llegó para realizar las diligencias correspondientes.

La balacera comenzó alrededor de la 1:30 de la tarde y duró una media hora, en ese lapso Erick Giovanni Contreras, estudiante del ColegiodeBachilleres, salió de su casa en motocicleta a comprar. Su padre, Pascual, dijo que percibió que su hijo lo necesitaba.

Erick no regresó con vida a su hogar, Pascual cree que al ver a los hombres armados aventó la motocicleta al piso e intentó huir para refugiarse pero recibió cuatro tiros por la espalda.

«Le pegaron a mi hijo, murió injustamente (…) Cuando terminó la balacera corrí a buscarlo y desgraciadamente vi a mi hijo tirado, muerto», recordó Pascual en entrevista.

A las autoridades les pidió: «Por favor, hagan justicia, porque nosotros aquí estamos viviendo una cosa fea, espantosa, toda la gente está espantada, mucho muerto y los motivos no sé por qué».

En ese sentido, reiteró su llamado a las autoridades a que intervengan y «hagan una cosa como debe de ser».

Hoy, además de la Policía Investigadora Ministerial de la Fiscalía General del Estado, se observó presencia del Ejército y la Policía Estatal, que recorren constantemente las calles, vigilan el panteón, la carretera y los distintos escenarios de la masacre.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.