Alina Navarrete Fernández/Ciudad Altamirano, Gro.
La tercera ola de calor que afecta a México ha provocado temperaturas de hasta 46° en Ciudad Altamirano, la más alta en el estado y el país de acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional.
Ante el calor, los habitantes de la cabecera municipal de Pungarabato, ubicada en la región Tierra Caliente, se vieron obligados a modificar su rutina; la temporada de siembra de maíz para autoconsumo, el comercio y el transporte también se han visto afectados.
Réplica visitó Ciudad Altamirano este jueves para conocer las medidas que han tomado los habitantes para evitar los efectos negativos del clima, como el golpe de calor y la deshidratación.
La medición de la temperatura a través del termómetro de un automóvil llegó hasta 52° centigrados, pero la mayor parte del tiempo osciló entre los 45 y 47°, durante el recorrido que Réplica realizó en la cabecera municipal.
“Estamos sobreviviendo al calor”, expresó un comerciante que se dedica a la venta de aguas, refrescos y cerveza, así como dulces y frituras, a un costado del mercado “Salvador Santamaría” que se incendió en diciembre pasado.
Mientras que los albañiles trabajan en la reconstrucción de la central de abastos deben cumplir con una jornada laboral de 8 horas, las cuales prefieren ir dosificando a lo largo del día para evitar estar bajo el sol en su punto más alto.
En los alrededores de la obra, abundan bolsas y botellas de refresco y agua vacías, los trabajadores también se preparan sueros de agua con limón en sus descansos para mantenerse hidratados.
Para los locatarios el hecho de que la construcción no esté lista les afecta doblemente, por un lado al contar con puestos semifijos con techos de lámina de plástico y lonas resienten más el calor; además, los residentes prefieren hacer sus compras en las primeras horas del día y evitan salir después aunque los comerciantes cierran hasta las 6 de la tarde.
Los habitantes también optan por surtir sus despensas en tiendas de autoservicio que cuentan con aire acondicionado, en lugar de asistir al mercado debido al calor.
Para Juan Carlos Díaz, quien se dedica a la venta de plásticos y artesanías, el calor “está terrible, nos está afectando en muchos aspectos, físicamente, las ventas han bajado, ha venido poca gente”.
El comerciante lamentó la falta de apoyo del Gobierno del Estado para los locatarios afectados por el incendio, quienes sólo han recibido ayuda del alcalde Cuauhtémoc Mastachi Aguario y del diputado local Adolfo Torales Catalán, ambos del PRI.
Por otra parte, “lo que nos agobia es que no ha llovido y por eso sentimos más el golpe de calor (…) Nos han informado que viene el calor un poco más fuerte, que tenemos que tomar agua con limón para hidratarse”, resaltó.
En ese sentido, coincide Daniel un campesino que se dedica a la siembra de maíz, quien explicó que al retrasarse la temporada de lluvias por el calor, la tierra no está lista para ser labrada y las familias deben esperar más tiempo para poder comenzar a trabajar en los campos.
La poca movilidad de personas en la ciudad debido al calor, también afecta al transporte público, los que no están en sus casas prefieren ir al río Balsas, ubicado en Coyuca de Catalán, a refrescarse, esto reduce el pasaje y por lo tanto, las ganancias de los transportistas.
De acuerdo con la Secretaría de Salud Federal, suman 10 muertes y 487 golpes de calor, casos de deshidratación y quemaduras en distintos estados del país, a consecuencia de las altas temperaturas.