Opinión: La lucha contra la hepatitis

José Isaid León Rodríguez es licenciado de nutrición y ciencia de los alimentos con maestría en ciencias de la educación. Se ha desempeñado como asesor nutricional del equipo de división profesional Los Avispones de Chilpancingo. Ha sido conferencista a nivel nacional e internacional en temas de nutrición en la infancia y adolescencia, y coordinador del consultorio de nutrición Equilibrato. Nutriólogo capacitador del personal de la Secretaría de Salud en Guerrero, y docente en la Universidad Autónoma de Guadalajara en el área de nutrición del deporte.

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En México, 70 de cada 100 personas han sido contagiadas con hepatitis alguna vez en su vida, lo que significa que esta enfermedad es de alta prevalencia. A nivel mundial existen 350 millones de infectados, y el 70% no sabe que porta el virus.


La palabra hepatitis está formada de las raíces griegas ἧπαρ (hepar = hígado, el genitivo ἥπατος=hepatos) e ίτις (itis = inflamación). Se refiere a la inflamación del hígado a causa de una toxina.


La hepatitis es la inflamación del hígado. Inflamación es la hinchazón de órganos que ocurren cuando se lesionan o infectan, y puede dañar su hígado. La hinchazón y daño puede afectar el buen funcionamiento de este órgano.


La hepatitis puede ser una infección aguda (a corto plazo) o una infección crónica (a largo plazo). Algunos tipos de hepatitis solo causan infecciones agudas. Otros pueden causar infecciones tanto agudas como crónicas.


Existen diferentes tipos de hepatitis, con diferentes causas:


✔ La hepatitis viral es el tipo más común. Es causada por uno de varios tipos, los virus de la hepatitis A, B, C, D y E. En los Estados Unidos, A, B y C son los más comunes
✔ La hepatitis alcohólica es causada por el consumo excesivo de alcohol
✔ La hepatitis tóxica puede ser causada por ciertos venenos, productos químicos, medicamentos o suplementos
✔ La hepatitis autoinmune es un tipo crónico en el que su sistema inmunitario ataca su hígado. Se desconoce la causa, pero la genética y el entorno pueden influir.
Si tiene una infección aguda, sus síntomas pueden comenzar entre 2 semanas y 6 meses después de haberse infectado. Si tiene una infección crónica, es posible que no tenga síntomas hasta muchos años después.


El tratamiento para la hepatitis depende del tipo que tenga y si es aguda o crónica. La hepatitis viral aguda a menudo desaparece por sí sola. Para sentirse mejor, es posible que solo necesite descansar y tomar suficientes líquidos. Pero en algunos casos puede ser más serio. Incluso podría necesitar tratamiento en un hospital.

Hay diferentes medicamentos para tratar los distintos tipos crónicos de hepatitis. Otros posibles tratamientos pueden incluir cirugía y otros procedimientos médicos. Las personas con hepatitis alcohólica deben dejar el alcohol. Si su hepatitis crónica provoca insuficiencia hepática o cáncer de hígado, es posible que necesite un trasplante de hígado.

La Dieta hepatoprotectora para la hepatitis es una herramienta muy eficaz.

✔ Evita alimentos muy grasos o procesados.
✔ Evita los azúcares ocultos y el exceso de sal.
✔ Evita el consumo de bebidas alcohólicas.
✔ Bebe de 1,5-2 litros de agua al día. Mejor fuera de las comidas. Ayuda al hígado a metabolizar las grasas y eliminarlas.
✔ Reduce la ración de proteínas, evita las bebidas alcohólicas y las grasas desfavorables (saturadas, trans y aceite de palma).
✔ Reduce al máximo (elimínalos de la despensa): azúcar, membrillo, mermelada, bebidas azucaradas, grasas desfavorables (grasas saturadas -carne grasa, tocino, mantequilla, panceta, embutidos grasos, quesos ricos en grasas, yemas de huevo- y grasas trans: -bollería, cereales de desayuno, galletas, chocolates, bombones-), bebidas estimulantes, etc.
✔ Establece un horario fijo de 5-6 comidas.
✔ Practica ejercicio moderado al menos un poco más de lo habitual. 40 minutos de caminata al día.


Recuerda comer sanamente, come Equilibrato, hasta pronto.

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