Alberto Gómez/Chilpancingo
El obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa José de Jesús González Hernández señaló que la desaparición del Obispo emérito Salvador Rangel podría estar ligada con su labor, la cual ha sido destacada por críticas a los gobiernos y buscar pacificación del estado a través de acuerdos entre los grupos criminales que operan en ma entidad.
Entrevistado ayer en Chilapa tras la celebración de la misa, González Hernández señaló que Salvador Rangel se mantiene delicado de salud, y presenta golpes en el cuerpo.
–»¿No piensan que pueda ser una especie de venganza, ya ve que el obispo siempre de ha lanzado contra el gobierno federal?», se le preguntó
–»Sí, él varias veces dijo que estaba amenazado en los medios, pero que no tenía miedo, y bueno, ahora sí lo amolaron en ese sentido», respondió
–»¿Puede que haya un trasfondo de estos ataques que está sufriendo en contra de su labor?», se le insistió
–Sí, puede ser porque la manera en que está, está muy mal, trataron exactamente como desaparecerlo del mapa, entonces, pensamos que sí, pero vamos a esperar dar las investigaciones que se están haciendo», comentó.
El obispo consideró que no se debe denigrar a nadie y a ninguna persona se le debe exponer públicamente de las «fallas o cualquier falta a los derechos humanos», luego de que el gobierno de Morelos hizo públicos los datos sobre la forma en que fue encontrado Salvador Rangel.
González Hernández dijo que Rangel Mendoza está dispuesto hablar sobre el caso, pero en este momento se encuentra muy delicado sin poder hablar.
De acuerdo con el obispo José de Jesús, Salvador Rangel presenta muchos golpes en el cuerpo como si hubiera sido torturado y le fueron suministradas sustancias muy fuertes, por lo que no se ha podido desintoxicar.
Cuestionado sobre si descartan que el crimen organizado hayan sido el responsable del presunto secuestro del Salvador Rangel, el obispo dijo que no saben, «simplemente desapareció y ahora estaba en un hospital y todavía no puede decir, no se acuerda».
Ayer, a 8 días desde que fue reportado como desaparecido el obispo emérito Salvador Rangel Mendoza en Morelos, los obispos de Guerrero se pronunciaron para respaldar al líder católico, luego de una semana en la que el Gobierno y la Fiscalía de Morelos enteran en una nueva disputa dando versiones y filtrando documentos que van desde un presunto secuestro exprés hasta el presunto consumo de cocaína y estadía voluntaria del obispo emérito en el motel en el que fue localizado.
A través de un comunicado, el arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, el obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, José de Jesús González Hernández, y el obispo de Tlapa, Dagoberto Sosa Arriaga, rechazaron «todo acto de violencia contra la dignidad, los derechos y la vida de Don Salvador y de toda persona».
Dijeron confiar en que los diferentes niveles de gobierno y procuración de justicia intervendrán para esclarecer los hechos y proceder conforme a derecho.
Reconocieron su «compromiso y entrega para no dejar indefensas a las comunidades de su diócesis ante las violencias, corriendo riesgos y peligros que sólo él y Dios conocen».
«Los Obispos de Guerrero saludamos con afecto a todas aquellas personas e instituciones que han manifestado su solidaridad con la oración, la información, el cuidado médico o los procedimientos legales, en torno a la violencia sufrida por nuestro querido hermano, Monseñor Salvador Rangel Mendoza, obispo emérito de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa», indica el comunicado.