Niños comunitarios en Guerrero.

Chilpancingo, Gro.  13-Mayo-2019

Ángel Galeana

Cinco niños y tres niñas de la comunidad el Rincón de Chautla, en el municipio de Chilapa, parecen jugar a los policías comunitarios, con palos que simulan armas y declaratorias de muerte contra sicarios. Son niños que sus padres los enfilaron en la Policía Comunitaria de la localidad.

“Como pueblo no vamos a dejarlos solos. Es nuestra palabra contra la de los sicarios. Nos matan un comunitario y vamos por 10 sicarios”. Son las palabras de uno de los niños que no rebasa los 10 años de edad, y que fue grabado dando el mensaje.

En un comunicado se dicen sobrevivientes de un enfrentamiento armado ocurrido el 27 de enero pasado entre un grupo al que reconocen como Los Ardillos, y la Policía Comunitaria del Rincón de Chautla, el cual dejó como saldo 12 muertos. Dicen que los delincuentes regresarán, por lo que siguen en lucha para evitar más daños a su comunidad.

“Los niños y niñas que hoy somos sobrevivientes de un ataque sanguinario seguimos en la lucha porque sabemos que van a regresar y van a atacar de vuelta a nuestra policía”, afirma el niño con una bandera blanca en las manos.

En el video difundido por la policía comunitaria se observa a los niños practicando posiciones básicas de tiro y portación de armas. Ellos, combatirán al crimen organizado, según el comunicado que leyeron.

“A 4 mil años de gobierno, pueblos originarios lo conformamos niños y niñas como buenos guerreros y guerreras del Rincón de Chautla, municipio de Chilapa de Álvarez, Guerrero, México”

Los niños pidieron intervención al presidente Andrés Manuel López Obrador, Fuerzas Armadas, Derechos Humanos e instancias de Procuración de Justicia.

A través de un comunicado, el gobierno de Guerrero informó que el presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, Ramón Navarrete Magdaleno, y el Subsecretario de Gobierno para Asuntos Políticos del gobierno estatal, Martín Maldonado del Moral, acudieron a la población para que los padres desistieran que los niños se enfilen en la policía comunitaria.

“Se convino que el respeto a las tradiciones de los pueblos de ninguna manera justifica la incorporación de niños y niñas a las funciones de la policía, y mucho menos, que se les induzca a participar en tareas que puedan implicar la violación de sus derechos humanos, y otras acciones que pongan en riesgo su integridad física y emocional” señala el comunicado.

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