«Cada que encuentro un hueso digo: ojalá sea mi hija»

Carlos Navarrete Romero/ Chilpancingo, Gro.

Fabián Sánchez se coloca frente a todos y comparte su desgracia: el 3 de enero de 2018 hombres armados se metieron a su casa, en el municipio de Iguala, para llevarse por la fuerza a su hija, Dafne Sánchez Delgado.

Los presentes lo escuchan atentos, sin quitarle la mirada de encima. No son indiferentes. Sus rostros revelan que Fabián les contagió un poco de su dolor.

La escena ocurre dentro de la biblioteca Siervo de la Nación, en el Congreso local, durante el Foro Nacional Hacia la Paridad de Género en Guerrero, al que asistieron diputadas, diputados y servidores públicos.

De a ratos la voz se le quiebra, pero aguanta. Respira y cuenta las negligencias que ha padecido de las autoridades desde que desaparecieron a su hija.

“Yo quiero demandar justicia, no la hubo  en Iguala Guerrero. Dije, allá (en Chilpancingo) está el gobernador, está el Congreso, allá me van a ayudar. No lo hicieron. Me fui a México, allá está mi carpeta  de investigación, va para el segundo tomo, tuve que acudir a un juez de control en México para citar al Ministerio Público  y que se pusiera a trabajar”.

Critica que en Guerrero no haya atención para las familias que tienen a un desaparecido. Critica que ni la Fiscalía General del Estado (FGE) ni la Comisión Estatal Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEEAV), encabezadas por Jorge Zuriel de los Santos y José Luis Camacho, tengan la capacidad de identificar los cuerpos que están acumulados dentro de las morgues del estado, pese a contar con los recursos para ello.

Fabián no ha dejado de buscar a su hija y los estragos de esa lucha son evidentes. La mano con la que sostiene el micrófono le tiembla y él mismo revela a la audiencia que padece de hipertensión.

Ha buscado a Dafne hasta en fosas clandestinas, con la esperanza de tener, por fin,  algo de ella a que llorarle y así salir de la incertidumbre que le provoca no saber qué le pasó, si sigue viva o muerta.

“He andado en la sierra, he estado buscando, escarbando, y cada que encuentro un hueso, digo: ojalá sea mi hija. ¿Por qué? ¿Por qué digo que ojalá sea mi hija? Porque vivo en una disyuntiva, en un limbo ¿Dónde está mi hija? Quiero ponerle una vela, una flor, decirle aquí estás hija, pero no la encuentro.”.

Su intervención durante el foro es para expresar la confianza que le genera que más mujeres estén llegando a los espacios del poder público. Recuerda que justamente fue una mujer la Juez de control quien le ordenó al Ministerio Público que lleva su caso acelerar los trabajos de la investigación.

Asegura que mientras más mujeres lleguen a los lugares donde se toman las decisiones, como lo es el Congreso de la Unión, la situación en el país mejorará.

“Que bueno que ahora, ustedes las mujeres, madres de familia, que tienen la sensibilidad humana, que tienen el dolor que les causa un parto, esto mismo  lo lleven a todos los rincones del mundo.

Con ustedes en el Congreso yo sé que vamos a lograr mucho.”.

Hoy Dafne tendría 19 años. Egresó de la preparatoria 32 de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro), con sede en Iguala, y Fabián desea que nadie más vuelva a sufrir esta desgracia.

“Quiero que este grito de dolor llegue a todos los rincones de la tierra, por favor cuídense  mucho, cuando vean a sus hijos, cuando estén con ellos, abrácenlos, bésenlos, díganle  que los quieren, porque cuando no están sólo una fotografía nos queda”.

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