Lo personal deberá ser político

Ricardo Locia es pasante en la licenciatura en Antropología Social, ciencia responsable de llevarlo a reflexionar sobre su entorno y las dinámicas que se desarrollan en él. Es miembro de los colectivos: LGBTI+ Orgullo Guerrero y JOTOS (Juntos y Organizados Terminaremos con la Opresión Sexual).

Chilpancingo, Gro.

Me he preguntado en más de una ocasión qué es la familia natural, y aun no llego a comprender ese concepto tan utilizado por las personas que retractan las uniones Civiles entre personas de nuestro mismo sexo.

Hoy como es bien sabido de nueva cuenta la iniciativa de matrimonio igualitario fue vetada por los legisladores del estado de Guerrero. Pero en esta resolución ¿Qué estuvo mal? ¿Quiénes estuvieron mal?

Para dar respuesta debemos comprender que en el estado «laico» en el que vivimos no hay cabida para que en los tres poderes exista pizca alguna de ideologías religiosas; nuestros y nuestras legisladores deben estar a la altura de los tiempos en que nos encontramos y no seguir con retrasos en materia de Derechos Humanos, Civiles y Políticos para nosotros hombres y mujeres que conformamos el acrónimo LGBTI.

Lo que estuvo mal:

El egocentrismo, es uno de los opios de nuestro movimiento. Esta aptitud genera un activismo rapaz, que nubla el pensar y actuar de muchas personas para auto-ensalzarse en el: «Yo hice», «Yo pude».
Ahí lo primero y fundamental: MIENTRAS NO EXISTA LA ORGANIZACIÓN ENTRE LOS DIRIGENTES Y PRESIDENTES; COLECTIVOS Y ORGANIZACIONES LGBTI+ DE CADA RINCÓN DE GUERRERO, Y POR ENDE NO SE GENERE UNA AGENDA EN COMÚN QUE BENEFICIE A TODOS Y TODAS, SEGUIREMOS SIENDO ESE CONCEPTO TAN REPETIDO: MINORÍA.
LA UNIÓN , NUESTRA UNIÓN HARÁ LA DIFERENCIA.

Quién estuvo mal:

No hay malos, sino en cambio malas acciones. El proponer un cambio al Código Civil y más cuando se ve vulnerado eso que muchos y muchas gustan de llamar como «Familia natural», se ven implicados cuestiones subjetivas, por ser una estructura normalizada culturalmente como base de la procreación y por ende de la permanecía de nuestra especie. Para entrar a ese debate es muy fácil saber quién diablos tiene la razón, ahí lo complicado.

La disertación en todo caso fue lo que falló, la mala presentación de la ley. Si la contraparte saca el diccionario para repetir como pericos que «matrimonio» viene de matriz y bla, bla, bla… ¿por qué no pensar en otro nombre para no dañar susceptibilidades?

Quizá más de uno diga que las cosas se deben llamar por su nombre, exacto, la Unión Civil llamada como usted guste, es un Contrato… y viene acá mi propuesta: Contrato Civil de Unión ¿entre quien? Para no caer en una laguna legal solo pongamos, eso que todos somos: personas.

Lo que también estuvo mal, sigue siendo la posición de los representantes de las religiones en materias que no les compete. Aquí queda perfecto, esa frase que dice:
«el sacerdote y el ministro al rezo y la oración».

Pero ignorar el poder fáctico de la religión es algo tonto y sabemos que quizá sus representantes no dan la cara, para eso
tienen al PAN, al Encuentro Social y a las Organizaciones de la sociedad civil que les gusta llamarse «PROVIDA»…Que de pro solo tiene el prefijo porque no buscan el bien común y progreso en su y la feligresía.

EL RECUENTO DE LOS DAÑOS

Una vez más no es ley. De nueva cuenta se pierde una batalla ¿Y qué nos queda por hacer?: Una lucha organizada de carácter urgente; donde el encuentro y la disertación sea herramienta para llegar acuerdos y propuestas que nos beneficien a todos y todas las personas que conformamos el acrónimo LGBTI+ para hacer así una comunidad.

Tenemos y debemos aprender a escuchar y saber que para que sea ley la Unión entre dos hombres y dos mujeres en Guerrero:
«LO PERSONAL DEBERÁ SER POLÍTICO».

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