El derecho humano a votar y ser electo; elecciones 2021

Hipólito Lugo Cortés tiene una licenciatura en Derecho, maestría en Ciencias, Área de Derecho Público, y estudios de doctorado en Derechos Humanos. Es coordinador de la Oficina en Guerrero de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH). Fue secretario ejecutivo, secretario técnico, visitador general, y presidente del Comité para la Investigación de la Desaparición Forzada de Personas. También se desempeñó como presidente interino en la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Guerrero.

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El proceso electoral federal del 2020-2021 para renovar la cámara de diputados, desde mi óptica, abarca tres momentos trascendentes; el primero es el relativo al periodo de la precampaña, que será a partir del 23 de diciembre de 2020 al 31 de enero de 2021; el segundo es el relativo a la campaña en sí, que abarcará del 4 de abril al 2 de junio de 2021; para arribar al tercer momento, el de la jornada electoral que se realizará el domingo 6 de junio de 2021.

Esas elecciones federales se desarrollarán de manera coincidente con los comicios de los estados de la república mexicana, en los que se celebrarán 15 elecciones para gobernador, se renovarán 30 Congresos locales y 1,900 ayuntamientos; lo cual representará una gran participación ciudadana.

En el caso de Guerrero, la precampaña para la elección de gobernador inició el 10 de noviembre; para la elección de diputaciones iniciará el 30 de noviembre; y para los ayuntamientos el 14 de diciembre; precampañas que deben culminar el 8 de enero próximo. La campaña a la gubernatura inicia el 5 de marzo; para diputaciones locales el 4 de abril y para los ayuntamientos iniciarán el 24 de abril; todas para culminar el 2 de junio de 2021.

Sobre este tópico, es importante tener presente que los ciudadanos poseemos derechos políticos, como lo es el derecho al voto en sus dos vertientes, activo y pasivo; esto es, a votar -como una prerrogativa y como una obligación- y el derecho a ser electo en condiciones de igualdad, que se encuentran previstos en los artículos 35, fracción II y 36 fracciones III y IV de nuestra constitución política federal, cuyo respeto y protección corresponde a las autoridades en regímenes que se jacten de ser democráticos, a través del fortalecimiento de los medios de defensa para en su caso reparar la violación de esos derechos fundamentales y, se restituya al ciudadano en el goce del derecho que se hubiese conculcado.

La característica fundamental de los sistemas democráticos electorales, lo es el prever elecciones periódicas en las que se garantice la participación de ciudadanos libres e informados para tomar decisiones importantes y trascendentes, como lo son elegir el partido o candidato por el cual ejercer su derecho fundamental de votar.

En este tema, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha sido enfática en señalar que los derechos políticos son derechos humanos de importancia fundamental, que se relacionan estrechamente con otros derechos como la libertad de expresión, la libertad de reunión y la libertad de asociación y que, en conjunto, hacen posible el juego democrático, propician su fortalecimiento y el pluralismo político.

Al igual que diversos tratados internacionales en materia de derechos políticos, reconocen el derecho al voto como un derecho humano fundamental y por ello son parte de la ley suprema de la Unión.

Resulta necesario hacer más ciudadanía, que la participación de ésta no solo se ciña en acudir a las urnas y depositar el voto, sino en asumir un compromiso que implique su involucramiento en la formulación de las políticas públicas, en darle vida y legitimidad al estado democrático; con exigencia de resultados a los representantes de los poderes públicos y vigilantes de que cumplan con las promesas de campaña.

Me cuesta trabajo analizar en cada partido político el perfil que deben establecer para seleccionar a quienes serán sus candidatos, tampoco logro entender las coaliciones que se pretenden entre partidos políticos que no tienen mucho en común, de “izquierda”, con los de “derecha”; si ganan, cómo diseñarán el programa de gobierno?

Sí puedo entender que esas coaliciones persiguen obtener el poder, el repartirse los espacios gubernativos, las curules, pero dónde quedan los principios de partido, la plataforma política, el compromiso con el electorado, la ética y moral pública de sus integrantes? ¡Eso… qué importa!

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