Más sabor, menos sal

José Isaid León Rodríguez es licenciado de nutrición y ciencia de los alimentos con maestría en ciencias de la educación. Se ha desempeñado como asesor nutricional del equipo de tercera división profesional Los Avispones de Chilpancingo. Ha sido conferencista a nivel nacional e internacional en temas de nutrición en la infancia y adolescencia, y coordinador del consultorio de nutrición Equilibrato. Nutriólogo capacitador del personal de la Secretaría de Salud en Guerrero, y docente en la Universidad Autónoma de Guadalajara en el área de nutrición del deporte.

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Es normal pensar que nuestra dieta es baja en sal, sin saber que existen una gran cantidad de alimentos ultraprocesados que son elevados en este valioso mineral para nuestro cuerpo, y el alto consumo de este tipo de productos ha originado graves problemas de salud en nuestro país.

Desgraciadamente, el elevado consumo de sal en nuestra dieta, se ha relacionado a padecimientos como la hipertensión arterial, una enfermedad crónico degenerativa que ha mermado la calidad de vida de la población mundial y en México es una enfermedad muy recurrente que se ha visto agudizada con el problema de Covid-19, que sigue afectando a nuestro país, dejando en las estadísticas a personas que padecen covid-19 y cursan con alguna comorbilidad como hipertensión con mayor probabilidad de un desenlace fatal.

Anualmente en la región de las Américas ocurren 1.6 millones de muertes por enfermedades cardiovasculares, de las cuales alrededor de medio millón son personas menores de 70 años, lo cual se considera una muerte prematura y evitable. La hipertensión afecta entre el 20 y 40% de la población adulta y significa que alrededor de 250 millones de personas padecen de presión alta. La Organización Mundial de la Salud (OMS), de acuerdo a sus reportes, refiere que la hipertensión es el factor de riesgo número uno de muerte.

En la actualidad, las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad en México. La hipertensión es una patología tratable, pero su falta de control puede desencadenar complicaciones graves, como infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca. Uno de cada cuatro mexicanos padece hipertensión arterial, en los hombres la prevalencia es de 24.9% y en mujeres 26.1%.

La hipertensión arterial es una patología crónica en la que los vasos sanguíneos tienen una tensión persistentemente alta, lo que puede dañarlos. La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos (arterias) al ser bombeada por el corazón. Cuanto más alta es la tensión, más esfuerzo tiene que realizar el corazón para bombear.

Los síntomas más característicos de la hipertensión son: Dolor de cabeza, vértigo, palpitaciones del corazón, dolor torácico, hemorragias nasales.

¿Debemos evitar el consumo de sal?

No es necesario quitar la sal de nuestra dieta a pesar de tener algún problema de hipertensión, pero sí es necesario medirla y equilibrarla en nuestra dieta por que la sal es un mineral que nos ayuda a hidratarnos y a la contracción muscular además de conferir un sabor característico a los alimentos.

Aunque las necesidades fisiológicas cotidianas varían según la edad, sexo, peso, estado fisiológico (crecimiento, embarazo, lactancia), nivel de actividad física, estado de salud, etc., nuestro cuerpo no necesita consumir cantidades elevadas de sal.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras instituciones sanitarias internacionales, tras llevar a cabo estudios que prueban la relación entre las necesidades de sodio, el consumo de sal en exceso y las enfermedades cardiovasculares, recomienda para la población en general con una vida sana y sin esfuerzos prolongados, el consumo medio de 5g de sal al día, lo que equivale a una cucharadita de sal llena (tamaño de las de café) y que se garantice que sea sal yodada.

El consumo elevado de sodio (equivalentes a más de 5 g diarios de sal) aumenta la tensión arterial tanto en las personas normotensas como en las hipertensas; contribuye, pues, a la hipertensión arterial e incrementa el riesgo de padecer cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.

¿Dónde está la sal?

Recordemos que varios alimentos contienen niveles de sodio de manera natural como los mariscos, pescados, carnes, lácteos pero su nivel aun así es bajo, aproximadamente por cada 100g de estos alimentos nos aportaran alrededor de 50mg de sodio, realmente de los alimentos que nos tenemos que cuidar son de los productos ultraprocesados como refrescos, jugos embotellados, alimentos enlatados, galletas y panes industrializados, cereales de caja, embutidos, frituras, cubos de consomé de pollo procesados para cocinar, por mencionar algunos.

Generalmente en nuestro país muchas personas combinan más de un alimento ultraprocesado al día y eso es lo que poco a poco nos genera el exceso de sal en nuestra dieta, es importante conocer estos valores al leer etiquetas nutrimentales para evitar exceder la recomendación de más de 5g de sal al día, sin duda eso nos ayudará a mejorar nuestra salud cardiovascular.

También al aumentar el consumo de frutas, verduras, cocinar con menos sal añadida a los alimentos, nos ayudará a mejorar nuestros niveles de presión arterial, podemos cocinar con ¡más sabor, menos sal! si utilizamos especias como ajo, pimienta, romero, epazote, cilantro, clavo, laurel, romero, albahaca, hinojo, canela, y comino.

Afortunadamente en México tenemos una gran variedad de condimentos para darle un sabor característico a nuestros platillos, te invito a cocinar cuidando la porción de sal e integrando estas especies.

Visita a tu nutriólogo certificado para más información, una de nuestras labores es ayudar a idear recetas y platillos más saludables para ti y tu familia.

Cuida tu salud conociendo sobre información nutricional y práctica alguna actividad física por más de 45 minutos 5 veces por semana, tu corazón sin duda te lo agradecerá.

Recuerda comer sanamente, come Equilibrato, hasta pronto.

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