Se cometieron 548 delitos sexuales en Guerrero durante primer semestre de 2021

Alina Navarrete Fernández/Chilpancingo, Gro.

En el primer semestre del 2021 se cometieron 548 delitos contra la libertad y la seguridad sexual en Guerrero, en promedio 2.2 casos al día, de acuerdo con cifras registradas por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Los datos especifican que el abuso sexual es el delito con mayor incidencia en la entidad, con un total de 220 casos registrados; le siguen la violación en las modalidades simple (144) y equiparada (106). En contraste, el acoso y el hostigamiento sexual acumulan un total de 70 y 8 casos registrados, respectivamente.

Al respecto, el SESNSP especifica que las cifras son reportadas por la Fiscalía General del Estado (FGE) y la incidencia delictiva se refiere a “la presunta ocurrencia” de delitos registrados en carpetas de investigación.

Sin embargo, la integrante de la Red Guerreras Fem y la iniciativa Girl Up América Latina y el Caribe, Hannia Dimas, considera que las estadísticas oficiales no representan “las cifras de la realidad”, debido a que en ocasiones las víctimas no denuncian sus casos y en otras, no se tipifican de la manera correcta.

Hannia es originaria de Buenavista de Cuéllar, localidad ubicada en la región Norte, cuyas actividades económicas principales son la agricultura, la ganadería y la cremería. Se trata de una comunidad pequeña, “muy católica, muy conservadora, muy tradicionalista”.

Desde pequeña, la joven percibió que hay violencias que se ejercen contra las mujeres y están normalizadas. “Notaba mucho que el cuerpo de una niña o de cualquier mujer era algo de lo que se podía hacer cualquier comentario, cualquier señalamiento, que cualquier persona podía hablar al respecto y eso estaba bien”.

No obstante, no pudo nombrar las violencias hasta que se involucró en el feminismo y se informó sobre las agresiones que sufren las mujeres en su cotidianidad.

Hannia cursó su Educación Básica en Buenavista de Cuéllar, luego migró a Morelos para continuar con su formación Media Superior, debido a las limitantes del sector en Guerrero; actualmente, estudia en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.

Ahí, coincidió con más jóvenes guerrerenses que se dieron cuenta que en la entidad “no hay los espacios seguros” para hablar sobre las violencias que padecen las mujeres, principalmente el acoso sexual, por lo que decidieron formar la Red Guerreras Fem, a través de la que tratan de incidir para “tener un estado en el que todas las mujeres se puedan sentir libres y seguras”.

En ese sentido, Hannia –quien actualmente no vive en Guerrero–, contó que cada vez que regresa a su comunidad “siento un encapsulamiento de alguna forma, siento que no tengo todas las libertades que tengo en otros espacios”.

Dijo que hay “un contraste de contextos” para las mujeres que comparten su situación (particularmente jóvenes), pues en sus localidades no pueden mostrarse como defensoras de sus derechos, señalar violencias, ni expresar su personalidad e identidad, debido a que si lo hacen “son doblemente expuestas” a casos de abuso, acoso y hostigamiento sexual.

¿Por qué no denuncian? La realidad detrás de los números

Ana es originaria de Chilpancingo, pero vivía en Querétaro y tenía 21 años de edad cuando su novio abusó de ella. La tocaba cuando dormía e incluso llegó a penetrarla aunque ella le pedía que se detuviera.

“Sentía miedo y me daba asco”. En ocasiones, su pareja llegaba a lastimarla tanto que le dolía pero lograba manipularla, pidiéndole que le hiciera ese “pequeño favor” de soportar la situación.

“Nunca denuncié porque no sabía en ese entonces que se podía ser violada incluso por tu pareja, porque me hicieron creer socialmente que nosotras (las mujeres) estamos para ‘servir’ a nuestras parejas porque si no ‘se van con otra’ que sí los satisfaga”, expresó.

“Seguramente hay muchísimas (mujeres) como yo que tampoco denunciaron porque ni siquiera están conscientes hasta este punto que haya sido violación. Creo que necesitamos concientizar a nuestras generaciones jóvenes de las situaciones en las que somos vulnerables y el cómo debemos actuar y cómo apoyarnos unas a otras, porque yo en su momento me sentía sucia y avergonzada porque sentía que yo le estaba ‘fallando’ a él, cuando no era así”.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU), en el primer semestre del 2021, el 32.5% de la población de mujeres de 18 años de edad y más de Ixtapa-Zihuatanejo enfrentó “alguna situación de acoso y/o violencia sexual en lugares públicos”; en Acapulco y Chilpancingo el porcentaje fue de 28.9 y 22.9, respectivamente.

Mientras que la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) actualizada hasta el 22 de septiembre del 2021, indica que en el 2020 los delitos no denunciados, sin carpeta de investigación y aquellos en los que no se especificó si se denunció o se inició una carpeta de investigación, sumaron una cifra negra de 97.3% en Guerrero. Entre las razones de las víctimas para no denunciar resaltan la pérdida de tiempo y la desconfianza en las autoridades.

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