Ángel Galeana/Chilpancingo
Enfermeras, socorristas y administrativos de la delegación Cruz Roja en Chilpancingo protestaron afuera de sus instalaciones para denunciar acoso laboral de parte del encargado de despacho, Ramón Carreto Damián, quien desde la semana pasada solicitó a personal de enfermería renuncias voluntarias, además que ha utilizado “estrategias” como cambios de horario, para obligar a que se presenten las renuncias del personal.
En conferencia de prensa, el paramédico, Adán García, denunció que Carreto Damián se ha manifestado con palabras groseras a enfermeras a quienes les ha dicho “que no sirven para nada”, por lo que exigió que pare el hostigamiento laboral y represalias que ha habido en contra de sus compañeras.
Denunció una de las estrategias en las que ha incurrido el Ramón Carrero es cambiar de horario a enfermeras para obligarlas a presentar renuncias voluntarias.
El trabajador del área de recepción, Felipe Ataque, señaló que no hay un Consejo de la Cruz Roja en Chilpancingo desde hace dos años, por lo que Ramón Carreto es el encargado de despacho que, a su vez, recibe instrucciones del Consejo Estatal el cual preside Susana Palazuelos, el cual tiene más de 20 años funcionando, cuando los estatutos de Cruz Roja establecen una periodicidad en funciones.
“Ellos quieren desaparecer esta área y utilizar instalaciones para otro fin, al final de cuentas solo quieren ingresar, pero no prestar el servicio que se hace a la comunidad”, denunció.
Una de las trabajadoras que omitió su nombre, señaló que el pasado viernes 17 de diciembre acudió a la delegación de Chilpancingo el contador que de la delegación estatal de apellido Castillo, quien reunió al área de enfermería, en la que trabajan 18 mujeres, y les pidió levantar la mano para renunciar de manera voluntaria.
La propuesta es que con la renuncia llevarían el caso la Junta de Conciliación y Arbitraje para que se les liquidara conforme a la ley.
“Comentó que Cruz Roja no genera ingresos, que no habría dinero para pagar, nos preguntaron que si queríamos trabajar sin pago o que voluntariamente levantaran la mano para renunciar y se nos liquide conforme a la ley. Preguntamos que cómo nos van a pagar mes con mes a todas las compañeras si se van a ir a la quiebra (…) El problema es que nos quieren correr voluntariamente y llevar a la quiebra la institución”, indicó.
Recordó que la Cruz Roja cobra una cuota de recuperación por los servicios que brindan, además de las colectas anuales, dinero que, dijo, no han visto reflejado en sus instalaciones.
Además del acoso para generar las renuncias, denunciaron que tienen diversas carencias, por ejemplo: de las 5 ambulancias que administran, solo sirve una y es para atener los municipios de Chilpancingo, Tixtla, Eduardo Neri, Quechultenango, y Chichihualco, el edifico está deteriorado y les faltan materiales de curación.
Ante la situación, temen que la pretensión del Consejo Estatal sea cerrar la delegación Chilpancingo como ocurrió en Chilapa, lo que dejaría desprotegida a la población que acude por servicios médicos, y al personal que ahí trabaja quedaría desempleado.