Proponen obispos estrategias a favor de la vida y sexualidad humanizadas

Alina Navarrete Fernández/Chilpancingo, Gro.

El arzobispo de Acapulco, Leopoldo González González, y los obispos José de Jesús Hernández González, de la diócesis Chilpancingo-Chilapa; Joel Ocampo Gorostieta de Ciudad Altamirano y Dagoberto Sosa Arriaga de Tlapa, lamentaron que diputados locales no escucharan las voces que se oponían a la despenalización del aborto y propusieron seis estrategias a favor de la vida y la sexualidad humanizadas.

En un comunicado, los prelados expresaron: “Con tristeza constatamos que no fueron tomadas en cuenta las voces, no pocas, que se oponían a esta reforma con argumentos basados en la razón y en la ciencia”.

Recordaron que la Suprema Corte de Justicia de la Nación avaló la Norma Oficial Mexicana (NOM) de 2016 que ordena a todos los hospitales públicos a interrumpir embarazos, producto de una violación y otorga mayores facilidades a las mujeres, niñas y adolescentes para acceder a la justicia cuando han sido violentadas sexualmente.

No obstante, “para poder acceder a ello sólo basta el testimonio de la mujer que pretenda abortar y si es menor de 12 años lo pueden solicitar los padres o los tutores, y el personal de salud no está obligado a verificar el dicho de quien lo solicite”.

Lo anterior, según los obispos, “abre la puerta a que cualquier mujer mayor de 12 años, sólo con decir que el hijo que lleva en el vientre es producto de una violación tendría derecho a eliminarlo”.

Señalaron que “hay muchas cosas preocupantes en este tipo de imposiciones que aparentemente son en beneficio de las mujeres”, pues no se contempla el derecho a la vida del ser humano desde recién concebido y se mantiene en la impunidad al agresor, especialmente aquellos que explotan permanentemente a las mujeres.

Además, no se tiene en cuenta la prevención de la promiscuidad sexual entre adolescentes y jóvenes, que no se reduce a la distribución de preservativos; “es de justicia proteger tanto a la madre como a su hijo desde recién concebido”.

En ese sentido, propusieron seis estrategias: Pastoral Profética, Pastoral Litúrgica, Vocaciones y Ministerios; Pastoral de la Comunicación, Familia, Vida, Juventud y Laicos.

Dichas estrategias consisten en diseñar y promover catequesis sobre la vida y la sexualidad adecuadas a niños, jóvenes y adultos que se reflexionen en las reuniones ordinarias de catequesis y de las asociaciones laicales; así como formularios de oración de los fieles, moniciones de la misa, momentos de adoración que ayuden a reflexionar sobre el don de la vida y de la sexualidad humana.

Promover el acercamiento con los diputados locales para compartir la postura de la Iglesia sobre la vida y la sexualidad humana desde la ciencia, la antropología y la doctrina de la propia Iglesia. Generar una conciencia crítica entre los ciudadanos para no incentivar carreras políticas de quienes desprecian la vida naciente y la sexualidad humanizada.

Generar estrategias que capaciten a los pastores, consagrados y seminaristas para orientar a los fieles en temas acerca de la vida y la sexualidad humana, desde argumentos de la ciencia, la filosofía y la teología.

Viralizar videos a favor de la vida y la sexualidad humanizada en las redes sociales. Aprovechar las radios comunitarias y los espacios en los medios comunicación para compartir los argumentos de la Iglesia a favor de la vida naciente y de la sexualidad humanizada.

Finalmente, continuar con diálogo en el Congreso del Estado, proponer una formación clara de las parejas en camino al sacramento del matrimonio, promover la participación de los laicos especializados en medicina, derecho, psicología que ayuden a comprender con profundidad estos temas.

Los prelados se reunieron del 7 al 9 de junio, de manera presencial, para realizar el XXXI Encuentro Provincial de Pastoral, con el objetivo de: “Impulsar el itinerario de nuestra provincia eclesiástica, reflexionando sobre la relación de la persona con Dios para asumir su plan de salvación y la riqueza de su redención y animar nuestra participación, con sentido sinodal, en el caminar de la Iglesia de México, Latinoamericana y Universal”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.