Ángel Galeana/Chilpancingo, Gro.
El subsecretario Alejandro Encinas defendió que el informe que presentó la Comisión de la Verdad para Investigar el caso Ayotzinapa no es igual a la verdad histórica, como algunos de los críticos han externado tras su publicación el jueves de la semana pasada, y puntualizó que, aunque los normalistas sí fueron desaparecidos, no fueron incinerados en el basurero de Cocula, como estableció la entonces Procuraduría General de la República.
Encinas presentó una síntesis del informe esta mañana en la conferencia presidencia para aclarar que no tiene ninguna relación con la verdad histórica, ya que obtuvieron información de distintas fuentes de gobierno, tienen testimonios de 115 testigos y, sobre todo, no torturaron a nadie para concluir que fue in crimen de Estado en el que participaron autoridades de los 3 órdenes de gobierno coludidos con el grupo delictivo Guerreros Unidos.
“La diferencia fundamental es que la verdad histórica se sustentó en tortura, fabricación de pruebas y manipulación de la escena del crimen, nosotros no torturamos a nadie”, defendió.
Alejandro Encinas precisó que quien dio la orden de desaparecer a los normalistas fue “A1” quien “presuntamente” es el exalcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, los dirigentes del grupo criminal Guerreros Unidos y en colusión con autoridades que forman parte de la investigación; sin embargo, destacó que Abarca Velázquez no está preso por desaparición forzada, sino por el asesinato del luchador social Arturo Hernández Cardona.
Y sobre el paradero de los 43, dijo que los estudiantes “fueron objeto de una labor cruel de desaparición” y están tratando de ubicar los sitios que fueron referidos por testimonios los cuales apuntan a que “los restos fueron removidos a otro lugar después de la noche de la desaparición, son los temas que estamos analizando”.
El funcionario señaló que la verdad histórica apunta que los normalistas llegaron a Iguala a boicotear el informe de la presidenta del DIF, que hubo enfrentamientos entre los estudiantes e integrantes de Guerreros Unidos, que la policía de Iguala entregó a los 43 normalistas al grupo delictivo que los incineró en el basurero de Cocula y vertió sus cenizas en el río San Juan, lo cual dijo que es falso ya que los normalistas en ningún momento estuvieron juntos.
Reiteró que la desaparición se pudo evitar si el Ejército hubiera implementado un operativo de búsqueda del soldado infiltrado en la normal, quien, según el informe, envió su último mensaje de información a las 10 de la mañana.
Encinas pidió que el informe que es público se lea con cuidado al igual que sus anexos, el cual se basa en dos aspectos: antecedentes, involucrados y repercusiones, y el análisis de la intervención de autoridades para encubrir los hechos.