José Isaid León Rodríguez es licenciado de nutrición y ciencia de los alimentos con maestría en ciencias de la educación. Se ha desempeñado como asesor nutricional del equipo de división profesional Los Avispones de Chilpancingo. Ha sido conferencista a nivel nacional e internacional en temas de nutrición en la infancia y adolescencia, y coordinador del consultorio de nutrición Equilibrato. Nutriólogo capacitador del personal de la Secretaría de Salud en Guerrero, y docente en la Universidad Autónoma de Guadalajara en el área de nutrición del deporte
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Con la fiebre del mundial de futbol es difícil no pensar en la humanidad y cómo se asemeja la lucha en el campo de juego a la historia de los seres humanos que siempre se ha caracterizado por buscar mejorar las condiciones para cada país o región del mundo.
Desgraciadamente, la lucha de la historia humana no se ha quedado solo en el campo de juego, que sería lo ideal, si no que ha trascendido y ha sido motivo de guerras y disputas por recursos naturales.
Los alimentos y la disposición de ellos es un punto clave para que las naciones puedan tener una mejor calidad de vida, es por ello que la alimentación y la nutrición consciente juegan un papel fundamental para equilibrar la balanza y terminar con los problemas de malnutrición que vivimos en diferentes países alrededor del planeta.
La malnutrición es uno de los problemas de desarrollo más graves del mundo y al que se ha prestado menos atención. Sus costos humanos y económicos son enormes y afectan más a los pobres, las mujeres y los niños.
En 2020, 149 millones de niños sufrían retraso del crecimiento (baja estatura para su edad), lo que no solo indica la imposibilidad de lograr el potencial genético de altura de una persona, sino que también es una variable que predice muchas otras limitaciones en el desarrollo, como déficits cognitivos y menos oportunidades económicas en el futuro, incluida la capacidad de un país de acumular capital humano.
A nivel mundial, la desnutrición es más común en los hogares pobres, pero las familias más ricas también sufren este problema. El nivel de ingresos es uno de los factores determinantes del retraso del crecimiento, pero no es el único: la inseguridad alimentaria, las dietas poco variadas, las elevadas tasas de enfermedades infecciosas, el cuidado y la alimentación infantil inadecuados, y las prácticas de saneamiento e higiene deficientes también contribuyen a la persistencia del retraso del crecimiento.
Las crisis alimentarias y financieras, así como los conflictos, los desastres naturales y la pandemia de COVID-19 han empeorado la desnutrición en muchas regiones.
Al mismo tiempo, se registra un proceso de transición en materia de nutrición mundial que conduce a cambios rápidos en los sistemas alimentarios, el medio ambiente y las condiciones de vida en muchos países de ingreso bajo y mediano.
Estos cambios han provocado un acelerado aumento del sobrepeso y la obesidad, que anteriormente se consideraba un problema de los países ricos. De hecho, en los últimos 30 años, las tasas de sobrepeso han aumentado más rápido en los países de ingreso bajo y mediano que en los países de ingreso alto, y en todas las regiones se ha observado algún grado de aumento de la prevalencia de sobrepeso en los menores de 5 años.
En 2020, 38,9 millones de niños menores de 5 años sufrían de sobrepeso y obesidad, condiciones que hoy prevalecen incluso en países donde existe desnutrición infantil, un ejemplo claro en nuestro país.
En general, se estima que el sobrepeso y la obesidad tienen un costo social y económico de USD 2 billones a nivel mundial.
Es un gran costo el tener a un país con problemas de malnutrición en todos los aspectos (salud, económico y desarrollo), y me surge una gran duda: si estas estrategias y políticas públicas a nivel nacional y mundial realmente han fallado o han conseguido el objetivo para mantener a la sociedad oprimida.
Deseo que la Nutrición Mundial mejore, no solo en México si no a lo largo del mundo porque con este mundo globalizado cualquier problema, social, de salud, alguna guerra nos afecta a todos, pero para ello es necesario cambiar la política social y alimentaria de los países, dejar de buscar intereses personales y procurar la buena calidad de vida de todos.
Recuerda comer sanamente, come Equilibrato, hasta pronto.