Ángel Galeana/Chilpancingo
El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que solicitará a la Fiscalía de Guerrero que sea la Fiscalía General de la República la que atraiga el caso de la investigación sobre el normalista asesinado la noche de ayer en Chilpancingo tras el enfrentamiento con elementos de la Policía del Estado.
En la conferencia de esta mañana, el presidente narró la versión que dio el gobierno de Guerrero esta madrugada sobre los hechos, confirmando la muerte de un normalista, aunque dijo que sí hay un herido que no es de gravedad, pese a que el Gobierno estatal declaró que no había lesionados.
Dijo que junto al gabinete de seguridad federal decidieron solicitar que sea la Fiscalía General de la República la que atraiga la investigación para que aclarar bien los hechos o se castigue a los responsables.
López Obrador subrayó que la muerte del normalista no ocurrió en «un choque de policías y manifestantes, sino otra cuestión lamentable».
Dijo que es lamentable el asesinato del normalista un día después de la protesta en Palacio Nacional, en la que los estudiantes derribaron una de las puertas, pero resaltó que «son cosas distintas».
Llamó al abogado de los padres de los 43 normalistas desparecidos en Iguala, Vidulfo Rosales, a que no caiga en actos de provocación en contra de la candidata a la presidencia Claudia Sheinbaum con las protestas que pudieran realizar los estudiantes tras el asesinato, derivado de una declaración que dio el pasado miércoles en el zócalo de la Ciudad de México.
En esa declaración, Vidulfo Rosales dijo que si López Obrador no accedía al diálogo continuarían las protestas en la Ciudad de México después del periodo vacacional de Semana Santa, y que se iban a aparecer en todos los actos de campaña de Claudia Sheinbaum.
«¿Qué tiene que ver una cosa con la otra, por qué pasarlo a una candidata, por qué no mejor a todos los candidatos, son 3, por qué nada más a una, ora sí que de parte de quién?», señaló el Presidente.
Dijo que las puertas de las oficinas están abiertas al diálogo, pero acotó que los abogados y organizaciones que acompañan a los padres de los 43 han convertido el caso en una «bandera de politiquería».
A los normalistas dijo que el Gobierno federal no reprime a nadie y que no responderán con violencia.