Renato Mateo Amaya Alvarez Lic. En Finanzas y Maestro en Administración. Empresario y Ambientalista.
¿Quién no conoce Tik Tok? Las personas por debajo de la línea de los 30 años seguramente la han descargado en su celular y muchos de ellos son generadores activos. Lo que me llamó la atención es la cantidad de nuevo contenido con la que la aplicación ha llenado su archivo, siendo las personas mismas las que nutren su propuesta de valor.
Ganar likes y followers es una de las top-priorities de los jóvenes hoy en día. ¿De dónde surgió tanta necesidad de reconocimiento? O tal vez sea que simplemente no se quieren quedar atrás de sus demás compañeros.
Lo cierto es que las personas y empresas que no se unan a la nueva era digital poco a poco irán quedándose atrás; y tal cual miembro enfermo y viejo de la manada se le dejará morir en el desierto.
Sin embargo, surge la cuestión: ¿Qué tipo de contenido es el que estamos generando y consumiendo? Para muestra basta abrir la aplicación durante 5 minutos para ser inundado de videos de jovencitas bailando reggaetón con poses sexuales, jóvenes haciendo challenges estúpidos (por decir lo menos) y muchas más personas hablando en tonos desesperantes y absurdos.
Así es como el algoritmo (el modelo matemático) con que Tik Tok funciona. Es decir, te muestra lo que “cree” que te puede gustar y una vez que has navegado lo suficiente y has dado like y follow a diferentes videos, la aplicación comienza a seleccionar mejor el contenido para mostrarte en base a tus preferencias. En otras palabras, ya te conoció.
Ese algoritmo lo podemos llevar a cualquier ámbito de nuestras vidas. Desde nuestras relaciones personales, nuestros trabajos, nuestra educación académica, nuestra economía y prácticamente todo.
“Al cliente lo que pida” o “ley de la oferta y la demanda”. Da igual qué dicho popular le apliques. Al final del día nos ofrecen lo que creen que nos gusta y ciertamente eso es lo que consumimos.
Esta pequeña reflexión me ha traído a la cabeza la famosa frase de Joseph Maistre: “Toda nación tiene el gobierno que se merece”, o en palabras de Tik Tok: “todo usuario tiene el contenido que le gusta”.
Sí, nosotros como pueblo hemos elegido a nuestros gobernantes, hemos elegido nuestra manera de vivir, hemos elegido nuestras leyes, nuestra comida, nuestras costumbres. Si bien es cierto que no elegimos enfermarnos de coronavirus, ciertamente sí elegimos cómo respondemos a las circunstancias. Nuestro algoritmo interno nos está dando el contenido que queremos consumir, en base a nuestro historial.
La moneda está en el aire, ¿Qué tipo de personas, familia, nación queremos ser?, ¿una república bananera olvidada y a la deriva? o queremos ser MÉXICO, ¿una nación trabajadora, respetuosa de las leyes y que decide su propio destino?
Tal cual reloj en la pared, el ritmo es marcado por un tik-tok, tik-tok, tik-tok, tik-tok…Tik Tok México.