Saturado y sin medidas sanitarias opera el transporte público en Chilpancingo

Alina Navarrete Fernández/Chilpancingo, Gro.

“No abordes si no lo portas”, advierte el cartel que fue colocado en la mayoría de las unidades del servicio de transporte público de la capital. En medio de la frase, la imagen ilustrativa de un cubrebocas sirve de ejemplo a los pasajeros.

El conductor de una urvan de la ruta Los Ángeles-Feria-Mercado aguarda en la base frente al mercado central “Baltazar R. Leyva Mancilla” mientras mantiene una amena conversación con su copiloto; ninguno de los dos porta la mascarilla que pasó a ser de uso obligatorio a partir de este lunes, por decreto del Gobierno Estatal para prevenir contagios de COVID-19 en Guerrero.

La unidad cuenta con asientos para 20 personas: en la base abordaron ocho, entre jóvenes, ancianos y un infante, de las cuales cinco subieron sin el cubrebocas; paradójicamente decidieron ocupar el asiento destinado para cinco pasajeros, justo bajo el cartel que exhorta a la ciudadanía a no usar el transporte público sin la principal de las medidas sanitarias.

Sin prisa, el conductor inicia el recorrido al tiempo que anuncia: “¡Súbale! Hay lugares”, a pesar de que ya tiene el 50 por ciento de su capacidad ocupada, la máxima permitida por las autoridades estatales debido a que el transporte público es calificado como un espacio de “alto riesgo de contagio”.

En su camino por la avenida Insurgentes hacia el centro de la ciudad, la urvan pasó frente a una brigada de sanitización conformada por personal de distintas dependencias, principalmente de Salud Municipal. “Los invitamos a seguir con las medidas sanitarias; si tú te cuidas, nos cuidamos todos”, dice una voz femenina que para los usuarios de la unidad 97 del Servicio Urbano de Chilpancingo pasó desapercibida.

El único cambió fue que el conductor pasó el cubrebocas de su papada hasta la mitad de su nariz. En la calle Abasolo, dos personas más abordaron la urvan; otras cinco bajaron frente a la Junta de Conciliación y Arbitraje.

Así continuó el trayecto, unos bajaban, otros subían; en algún punto entre las calles Ignacio Manuel Altamirano y Heroínas, 16 personas apretujadas, sin la sana distancia que supuestamente se debe guardar entre un pasajero y otro, observaban distraídamente las calles a la espera de su turno de anunciar su parada.

De acuerdo con líderes transportistas, en Chilpancingo hay 762 urvans del Servicio Urbano, 105 rutas, 808 taxis y 145 mixtas, que, sumados, representan mil 820 espacios de alto riesgo de contagio de coronavirus en los que no se observa ningún tipo de regularización para garantizar que se cumplan las medidas sanitarias.

El 6 de noviembre, el gobernador Héctor Astudillo Flores anunció la aplicación de 12 restricciones para evitar la propagación del COVID-19, entre ellas las referentes al transporte público.“Puede poner las medidas que sean, solo falta que la gente las respete”, escribió una ciudadana en los comentarios de la transmisión virtual; una más pidió que multe a las personas y se clausuren los establecimientos que no acaten el decreto estatal.

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