Ángel Galeana/Chilpancingo
El presidente Andrés Manuel López Obrador informó que todos los empleados del Gobierno federal que tengan intenciones de contender para un cargo público en las próximas elecciones tendrán que renunciar a sus actuales puestos de trabajo a más tardar a finales de octubre, y señaló la actuación de su administración actúa así para que los gobernadores hagan lo propio.
Tras el cuestionamiento que hizo el reportero Marco Antonio Olvera, ligado en diversas ocasiones con René Bejarano y el diputado federal del PT Benjamín Robles Montoya, sobre presuntos actos proselitistas del delegado federal en Guerrero, Pablo Sandoval Ballesteros, el presidente dijo que ya había pensado en la fecha para los funcionarios de su administración con aspiraciones políticas se separaran del cargo, y se animó a decir que esta será a finales de octubre.
López Obrador señaló que quienes aspiren a “representar al pueblo” están en su derecho de hacerlo, por lo que quienes soliciten separarse del cargo «no se van corridos o mal vistos».
“Yo estoy seguro que los que renuncien con ese propósito van a ir a ayudar, es decir, que no son malas personas, no estoy recomendando a nadie, ni me voy a meter”, expresó.
Sobre el señalamiento contra Sandoval Ballesteros que hizo Marco Antonio Olvera, el presidente dijo que como se dio esa denuncia se darán a conocer todas aquellas que lleguen, pero advirtió que la conferencia de prensa de la mañana no será un espacio para la politiquería.
“Así también todas las denuncias que lleguen se van a dar a conocer, siempre y cuando no haya politiquería de que, para afectar a uno de los aspirantes, se le invente algo y vengan aquí a decirles que no son honestos y demás, mandados por los rivales, aquí no será para eso”, advirtió.
El presidente dijo que quienes se separen del cargo para contender por una candidatura será de manera definitiva, y no mediante una licencia, aunque señaló que posteriormente podrían regresar dado que no hay ningún impedimento legal para hacerlo.
Reiteró que todos tienen derecho de participar en el proceso electoral, pero sin utilizar al gobierno, pues recordó que los partidos son de una parte, pero el gobierno es de todos.
El presidente dijo que lo que no quieren es que se utilice al Gobierno para favorecer a partidos o candidatos con la intención de que haya elecciones limpias y libres sin manipulación. En ese sentido, subrayó que actúan así en la administración federal para que los gobernadores “hagan lo propio”.