Ángel Galeana/Chilpancingo
Habitantes de la comunidad de El Pescado, en el municipio de Coyuca de Catalán, pidieron auxilio a las fuerzas de seguridad del estado por segundo día consecutivo, tras la amenaza del grupo delictivo de la Familia Michoacana de irrumpir en el pueblo.
A través de mensajes en Facebook y de WhatsApp, los habitantes de la comunidad solicitaron auxilio al señalar que están sitiados por el grupo delictivo.
En un audio subido en Facebook, una mujer que se identifica como la comisaria del Ejido Guajes de Ayala pidió ayuda «urgente» al señalar que desde ayer están encerrados sin poder salir.
«Estamos rodeados, no podemos hacer nada échenos la mano, no vaya ser demasiado tarde, cuando puedan apoyarnos apoyenos», indicó.
En un mensaje enviado a Réplica, una de las habitantes de la comunidad señaló que las mujeres están encerradas y que «los campesinos están peleando en la comunidad de Las Truchas», con la finalidad de que el grupo armado no ingrese al pueblo.
Señaló que temen que el grupo delictivo ingrese al poblado y asesine a mujeres y niños que se resguardan en el centro de salud, según videos que desde ayer publicaron en redes sociales.
Desde ayer, los pobladores iniciaron las súplicas de ayuda a través de redes sociales y mensajes a diversos medios de comunicación para que la Policía del estado, la Guardia Nacional y el Ejército acudan a la localidad a brindar seguridad, la cual tuvieron hasta el 4 junio, día en que los agentes se retiraron para cuidar las elecciones, según denunciaron.
El conflicto en Guajes de Ayala se denunció desde principios de febrero, cuando los pobladores señalaron que grupos del crimen organizado habían cambiando la amapola por la tala clandestina de árboles apoyados por el Ejército, y no permitirán que sus bosques fueran explotados.
Los pobladores se armaron bajo el argumento de defender sus recursos naturales y desde entonces iniciaron una serie de denuncias de enfrentamientos e intentos de irrupción del grupo delictivo.
El 22 de febrero, los habitantes del Ejido realizaron la primera denuncia de que el grupo delictivo tenía sitiada a la población advirtiendo un posible enfrentamiento. Tres días después se reportaron los primeros ataques armados, y el 12 de marzo la Policía estatal, la Guardia Nacional y el Ejército acudieron a la comunidad de El Pescado para verificar los hechos y llevar despensas.
En un comunicado difundido por el Gobierno de Guerrero ese día, se informó que los pobladores solicitaron seguridad permanente la cual se asignó «hasta que se recupere la tranquilidad», sin embargo, los afectados denunciaron que los elementos desplegados fueron retirados el 4 de junio para cuidar las elecciones.