Retienen cinco horas al Ejército y a Policías Ministeriales en Quechultenango

Ángel Galeana/ Alberto Gómez

Pobladores de Quechultenango retuvieron por espacio de cinco horas a soldados y policías ministeriales que realizaban operativos en la comunidad de Tlanicuilulco. Al lugar acudieron el comandante de la 35 zona militar, Enrique Martínez López, y el secretario de Seguridad Pública Estatal, Evelio Méndez Gómez, para negociar su liberación.

Tanto el comandante Enrique Martínez López como el secretario Evelio Méndez Gómez tuvieron que firmar un acuerdo de dos puntos para lograr la liberación de los soldados y policías ministeriales.

El primero establece que la seguridad del muncipio recae en la ciudadanía y que si algún cuerpo policíaco o integrantes de las Fuerzas Armadas realiza operativos dentro de Quechultenango tendrá que ser acompañado por la Policía Municipal.

El segundo fue la liberación de un ciudadano identificado como Jesús Flores Gatica, quien fue detenido ayer en el barrio de Manila, de quien los pobladores desconocen los delitos que se le imputan.

Los soldados y policías ministeriales fueron retenidos alrededor de las 6:30 de la tarde. Los pobladores dijeron que los interceptaron en un pueblo llamado Xilochichican y posteriormente fueron «invitados» a la cabecera municipal en donde fueron retenidos.

Uno de los pobladores, quien fue su principal vocero y no dijo nombre, informó que el convoy estaba en la comunidad de Tlanicuilulco y cuando regresaban a Quechultenango se desviaron en la localidad de Colotipla para tomar una brecha y salir al municipio de Chilapa, con la intención de evitar la manifestación que ya los esperaba en la cabecera.

Al saber del cambio de ruta, los pobladores fueron a interceptarlos, «fuimos y los trajimos para acá», dijo el vocero.

Y es que desde las 5 de la tarde, aproximadamente, un grupo de mujeres y niños, principalmente, inició una manifestación en la entrada a Quechultenango exigiendo la salida del Ejército.

Tras ser retenidos, llegaron a la explanada del Ayuntamiento, en donde mujeres reclamaron el actuar de los soldados y ministeriales. Una de ellas, dijo que si buscaban a «Los Ardillos», eran todo el pueblo, pues en momentos en que necesitaron auxilio policíaco no lo tuvieron.

«Para ustedes todos se les asimila que todos son «Los Ardillos, señor. Si usted viene en busca de Los Ardillos pues déjeme decirle, señor, que todos aquí somos Los Ardillos, si así lo quiere ver usted, todo el pueblo, ¿sabe por qué? Ahí está, señor, mi hermana fue violada aquí, y ¿qué le hicieron?, ¿le hicieron justicia?, no le hicieron justicia, señor.

Posteriormente, pobladores llevaron caminando a los soldados y policías a la entrada del muncipio para esperar a las autoridades y llevar a cabo la negociación para su liberación.

En el lugar acusaron al Ejército de cometer abusos contra ciudadanos, invadir su privacidad, de robarles objetos y hasta de desintegrar familias porque mandaban flores a mujeres.

El primero en llegar de funcionarios de primer nivel fue el comandante de la 35 zona militar, Enrique Martínez, quien explicó a los pobladores que la presencia del Ejército era para evitar hechos violentos como los ocurridos en la comunidad de Buenavista.

Cabe recordar que el pasado 26 de enero, se registró un ataque a la Policía Comunitaria de dicha localidad, quienes acusaron a Los Ardillos de ser los responsables. Por estos hechos se reportaron seis muertos.

«La intención de nosotros es apoyar a la ciudadanía y evitar que se presenten actos violentos como el que se presentó en Buenavista donde muchas personas inocentes fueron afectados por actos violentos», dijo el comandante.

Ofreció acudir a los operativos para verificar que elementos del Ejército no cometan abusos en las acciones que realicen en el municipio.

Por su parte, el secretario de Seguridad Pública, Evelio Méndez, dijo que la dependencia está «de puertas abiertas» para atender las denuncias de pobladores sobre los supuestos abusos de la policía.

La petición del funcionario fue que dejaran actuar a la dirección de prevención del delito y de la unidad de género para que trabajen en las comunidades para erradicar la violencia contra las mujeres.

En una breve entrevista, Evelio Méndez dijo que el operativo de este miércoles estaba implementado por el Ejército y por la Policía Investigadora Ministerial, por lo que desconocía el objetivo de su puesta en marcha.

Tras los posturas de pobladores y autoridades, firmaron el acuerdo de dos puntos y se aceptó la liberación de los soldados y policías ministeriales.

Desde el pasado domingo, elementos del Ejército y de la Guardia Nacional ingresaron al municipio de Quechultenango y sus comunidades para realizar patrullajes. También lo hicieron en Mochitlán y en la comunidad de Petaquillas, perteneciente a Chilpancingo.

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